La palabra yoga, significa “unión”, el yoga permite la unión de nuestra alma individual, con la divinidad o el espíritu universal. Otra manera de entenderlo, es pensar en el yoga como en la unión del cuerpo con la mente y de la mente con el alma. Su aparición se data en algo más de 5.000 años
Se llama “asanas” a las posturas físicas propias del yoga. Estas posturas, se enlazan con una respiración concreta. Normalmente la inspiración se conecta con movimientos de expansión y la exhalación con movimientos de contracción.
La respiración es un elemento clave de la práctica de yoga. El “pranayama” o respiración, nos permite controlar la energía usando la respiración.
La práctica de yoga profunda, requiere de nosotros toda nuestra atención. Supone encontrar el equilibrio perfecto para cada postura, ser conscientes de nuestro cuerpo y de los esfuerzos que debemos hacer para lograr esas posturas que equilibran nuestra energía vital.
Solemos pensar que el yoga consiste en una serie de posturas físicas que nos ayudan a flexibilizar nuestro cuerpo. Y en occidente, esta es casi la única aplicación práctica del yoga.
Sin embargo en la India, la cuna del yoga, hay mucho más detrás de las asanas y del pranayama. Allí se considera que es una práctica donde cuerpo, mente y alma, están unidas, donde se conectan más profundamente.
Practicar yoga no es como ir al gimnasio, al menos en sus orígenes, la práctica de yoga se realiza dentro y fuera de la esterilla, llegando a tener un código personal y social que nos ayuda a crear una vida donde el equilibrio sea el centro de nuestra existencia.
Acompáñame por este recorrido a través de la filosofía del yoga…
Los ocho pasos del yoga
Patanjali, un gran estudioso del yoga, indicaba que existen ocho pasos que debemos dar para alcanzar la liberación.
Yama: Código social. Son una serie de pautas morales que pueden guiar nuestra vida interna y externa. Estas pautas generales son:
- Ahimsa: no dañar.
- Asteya: no robar.
- Satya: Sinceridad.
- Brahmacharya: Castidad.
- Aparigraha: No acumular riquezas, no codicia.
Niyama: Código personal. Son una serie de prescripciones que nos ayudan a purificarnos interna y externamente. Algunas de estas pautas son:
- Sauca: Limpieza externa y pureza interna (se logra a través de las asanas del yoga y también con el pranayama).
- Santosha: Alegría.
- Tapas: Disciplina.
- Svadhyava: Estudio de uno mismo.
- Ishvara Pranidhana: Devoción a Dios.
Asana: Posturas del yoga.
Pranayama: Control de la energía usando la respiración. Con cada respiración completa, tenemos dos vías para entender la existencia de Dios.
Pratyahara: Liberación de la mente del control de los sentidos, que nos conectan con el mundo exterior.
Dharana: Concentración, supone llevar la mente dispersa a un estado de control.
Dhyana: Meditación, uniendo la mente, el cuerpo y el alma, alcanzando un equilibrio entre la conciencia intelectual y la intuitiva.
Samadhi: Estado de liberación de la consciencia. Este estado se logra cuando equilibramos y armonizamos nuestra alma. En este estado, somos totalmente conscientes, vamos más allá de las formas para adentrarnos en la verdadera naturaleza de las cosas.
En la siguiente figura, puedes ver un esquema del “árbol del yoga”
Beneficios del yoga
La práctica de yoga nos ayuda a integrar nuestro mundo interno (emociones, pensamientos, creencias, sensaciones, etc.) alcanzando la armonía con el mundo externo y logrando la unión con nuestra verdadera naturaleza.
A nivel emocional, el yoga nos ayuda a eliminar la confusión mental que nos suele atenazar en el día a día, nos ayuda a vivir más felices, con menos ansiedad, más paz y armonía. Permite desarrollar mayor disciplina, autocontrol, relajación, ecuanimidad y mejor conocimiento de uno mismo.
Fuera de la esterilla, la práctica continúa a través de un estilo de vida que toma los principios básicos de la atención plena o mindfulness, entre ellos:
- Vivir en el presente.
- Aceptar las emociones y pensamientos sin aferrarnos a ellos.
- Aceptar la vida tal y como es.
- Vivir desde nuestro corazón y compasión.
- Regular nuestras emociones para que éstas no tomen el control.
- Aceptar que la vida es impermanente (todo cambia constantemente).
- Conocer nuestra esencia verdadera.
- Meditar para trascender el “yo”, ego o identidad que hemos ido creando a lo largo de nuestra vida.
- Meditar para comprender que todos estamos interconectados y lo que uno hace, impacta en el resto.
- Ver el mundo desde una perspectiva más amplia, no determinada por nuestras emociones ni por el pasado.
A nivel físico, son muchos los beneficios del yoga…
- Fortalece nuestro sistema nervioso.
- El pranayama o de respiración consciente, es capaz de modificar nuestras ondas cerebrales.
- Mayor flujo sanguíneo hacia los órganos internos.
- Se transporta más oxígeno a las células, por lo que tenemos más energía.
- Las asanas enseñan a nuestros músculos a relajarse.
- Nuestra mente funciona mucho más centrada, viendo las cosas con mayor claridad.
- Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Se reduce el cortisol en sangre (hormona del estrés) y se desinflama el organismo.
- Se generan enzimas que regeneran tejidos y células dañadas.
- Desarrollo de la cinestesia o interocepción, siendo más conscientes del funcionamiento de órganos, tejidos y músculos.
- El yoga trabaja con nuestra atención, dirigiéndola hacia nuestro cuerpo y sus sensaciones.
- Tenemos una mayor flexibilidad física y mental, no quedándonos tan atrapados en pensamientos y emociones.
- Permite trabajar con la energía vital que recorre nuestros chakras. Aprende más de este tema, aquí
- La respiración abdominal que se practica en las clases de yoga, masajea suavemente nuestro intestino, hígado, páncreas y otros órganos que se encuentran en la cavidad abdominal, por lo que la sangre fluye mucho mejor por estas zonas cuando respiramos de esta manera, promoviendo así el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.
Como has podido comprobar en este artículo, el yoga es mucho más que movilizar el cuerpo. Es una práctica milenaria que cambia nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra vida.
Puedes seguir los ocho pasos de Patanjali para vivir una vida con sentido y equilibrada.
El yoga conecta tu mente, tu cuerpo y tu alma