La personalidad son el conjunto de rasgos y cualidades configuran cómo somos y nos diferencian de los demás. Nacemos con cierta predisposición a mostrar ciertas actitudes, maneras de pensar, sentir y procesar la información. Aunque el entorno en el que nos desarrollamos, también influye, pudiendo aumentar o disminuir ciertos rasgos.
La personalidad es más o menos estable a lo largo de nuestra vida, pero también cabe la mejora y transformación de nuestra personalidad… al fin y al cabo nuestro cerebro tiene una gran plasticidad y eso da lugar al cambio constante que podemos hacer.
Hay muchas teorías de la personalidad en Psicología. El más famoso es el llamado “Big Five” o el modelo de “Los cinco grandes”, cinco rasgos de la personalidad que se resumen en:
- Neuroticismo: Dificultades para regular emociones, experimentan ansiedad y cambios de humor.
- Extroversión: Apertura social y les gusta socializar. Su contrario sería la introversión.
- Apertura a la experiencia: Personas dinámicas, en cambio constante y que buscan retos. Son creativos.
- Amabilidad: Personas respetuosas, tranquilas, tolerantes, honestas y con vocación de ayuda.
- Responsabilidad: Personas disciplinadas y centradas en sus objetivos. Son personas reflexivas.
En 1991, la psicóloga Elaine Aaron, se dio cuenta de que poseía una característica de personalidad que la diferenciaba de otras personas. La llamó “alta sensibilidad”. Sus estudios posteriores arrojaron información esencial para comprender mejor este rasgo de la personalidad y esta manera de vivir.
Hace un par de años, descubrí que yo no solo era introvertida, soy una persona altamente sensible (PAS). Descubrir que mi manera de ver la vida y vivir en el mundo, era algo que otras personas también experimentaban, me llenó de serenidad.
Siempre me he sentido “rara”, mis gustos han sido diferentes a los de la gente de mi edad, por eso siempre me sentía mejor en entornos adultos, sentirme agotada físicamente tras un evento social con muchas personas, sonidos y luces, dejó de ser algo extraño, para tener todo el sentido del mundo.
Se estima que el 20% de la población posee este rasgo de personalidad que nos hace sentir que no encajamos del todo en este mundo… por eso debemos crear nuestra propia manera de vivir.
Desde entonces, he incorporado algunas preguntas básicas en mi entrevista inicial con los pacientes, porque ser PAS en un mundo hiperactivo, nos suele producir malestar… tanto como para necesitar ayuda psicológica. Y he descubierto que en torno al 40% de mis pacientes, son PAS.
Este rasgo determina cómo vivimos, cómo sentimos, cómo nos relacionamos y a lo que nos dedicamos… por eso es tan importante saber que no somos “raros”, que nuestra alta sensibilidad es un gran Don.
Los cuatro pilares de la alta sensibilidad
La alta sensibilidad, también es conocida como “sensibilidad de procesamiento sensorial” en los entornos científicos. Esto quiere decir que no solo nuestra mente y mundo emocional es más sensible, nuestro cuerpo está calibrado de tal manera, que todo lo sentimos más intensamente.
Para explicar mejor esto, suelo decir que las personas altamente sensibles tenemos un nivel de activación más elevada que las personas que no son altamente sensibles. Es como si estuvieras escuchando música a un volumen de 10 puntos en lugar del volumen del resto de personas, que está calibrado en torno a un volumen de 1 o 2 puntos. Por eso cualquier estimulación inesperada o ante el exceso de estimulación, las PAS nos sobrecargamos antes y nos agotamos.
El rasgo de personalidad altamente sensible, está formado por cuatro pilares esenciales…
- Profundidad de procesamiento: Las PAS procesamos la información proveniente de los sentidos, con más frecuencia, más profundidad y durante más tiempo que las no PAS. Esto nos hace tener una mayor intuición.
- Sobre-estimulación: Percibimos cada pequeño detalle de nuestro entorno y esto hace que en entornos con mucha estimulación, nos saturemos y terminemos agotados. Es más fácil que sintamos estrés y ansiedad.
- Respuesta emocional – empatía: Tenemos una mayor reactividad emocional ante cualquier suceso. Somos más empáticos porque conectamos más con las emociones propias y ajenas.
- Sensibilidad a las sutilezas: Solemos tener una gran sensibilidad a la información sensorial y también podemos tener una mayor conciencia somática, sintiendo procesos físicos que otras personas no captan (latido del corazón, la digestión, dolores, etc.). Por eso necesitamos descansar y estar en entornos tranquilos, porque solo así podemos descargarnos del exceso de información.
Personalidad altamente sensible
Tras identificar que soy una PAS, he estado observando en mí misma y en las personas altamente sensibles que voy conociendo, algunas características de personalidad que nos hacen vivir la vida de un modo profundo y significativo…
- Elevada responsabilidad: Tendemos a tomarnos muy en serio la vida y a nosotros mismos, eso hace que seamos muy responsables cuando estamos motivados y orientados. Este es uno de los pasos esenciales para el éxito.
- Disciplina y constancia: Estas dos características se retroalimentan la una a la otra. Las PAS sabemos que nuestros objetivos no se logran si no nos esforzamos. La planificación y organización nos ayudan a alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
- Paciencia y tenacidad: Las PAS somos conscientes de que las grandes metas y las grandes cosas de la vida, no se logran de manera rápida. Por eso la paciencia y tenacidad son aliadas. Con paciencia, disciplina y constancia, podemos alcanzar cualquier meta (válido también para quienes no son PAS).
- Lealtad y honestidad: Al ser tan sensibles, es habitual que nos cueste salir al mundo y expresarnos libremente, pero cuando lo hacemos, somos honestas, cuando nos vinculamos emocionalmente a alguien, los lazos son profundos. La lealtad es nuestro lema porque no concebimos una relación de amistad o amorosa, sin lealtad y confianza.
- Creatividad: Cuando estamos en entornos tranquilos, las PAS somos muy creativas, capaces de imaginar proyectos que podemos llevar a la realidad gracias a nuestra paciencia y constancia.
- Vulnerabilidad: Ser tan sensibles, nos hace sentir nuestras emociones intensamente y esto nos hace sentir profundamente vulnerables. Podemos tener miedo a mostrarnos tal y como somos por incomprensión o por miedo al rechazo, porque solemos sentir que no encajamos.
- Escucha y capacidad reflexiva: A las PAS nos encanta escuchar. Nuestra alta empatía nos hace grandes “escuchadores”, aunque también corremos el riesgo de desbordarnos con las emociones propias y ajenas. Las PAS somos grandes pensadores, solemos ser analíticos y esa mezcla de análisis y emoción, nos hace personas a las que nos encanta reflexionar.
- Amabilidad y desconfianza: Las PAS somos amables con otras personas porque nuestra alta empatía nos hace comprender que los demás sienten emociones profundas… aunque no las sientas igual de intensas que nosotros. Tomamos la amabilidad como una manera de cuidar al otro. También podemos sentir desconfianza por temor a que nos hieran emocionalmente… y es que sentir las emociones tan intensamente, no es fácil, por eso tendemos a escondernos en nosotros mismos y a tener pocas personas de confianza aunque leales.
- Sensibilidad física y emocional: La sensibilidad es la gran característica de las PAS… y es algo maravilloso. No es solo sensibilidad emocional, también lo es físicamente. Por eso podemos sentir procesos internos que otras personas no sienten, por eso el picante nos afecta más y tenemos un menor umbral del dolor, sintiéndolo más intensamente. Es nuestro cuerpo, cerebro y emociones las que son más sensibles.
- Soledad, serenidad y paz: Esto es lo único que necesitamos las PAS. Necesitamos regular nuestra activación interna a través de un entorno lleno de calma y serenidad. Por eso la naturaleza nos gusta tanto, porque conectamos con un ritmo natural, conectamos con los ciclos de la vida y eso nos ayuda a comprendernos mejor.
Lo que he compartido hoy contigo, es solo algunas de las cosas que puedo ver sobre mi rasgo PAS con la mirada que tengo en el presente… pero estoy segura de que iré descubriendo más facetas de la alta sensibilidad que iré compartiendo contigo.
Si crees que algún familiar o amigo puede ser una persona altamente sensible (PAS), te invito a compartir este post con ellos. Comprender por qué somos como somos, es el inicio de una mayor comprensión y autoconocimiento.
Las PAS vivimos la vida profundamente