Nuestra mente consciente es sorprendente.
Cuando nos adentramos en ella, nos damos cuenta de la complejidad de su funcionamiento y de sus estructuras. A veces me imagino su construcción como la de un edificio.
Todo comienza con los pilares esenciales que sostendrán nuestro edificio particular. Y aunque estos pilares los podemos ver a simple vista, algunas de sus partes están bajo tierra, en el subconsciente, porque es aquí donde todo se enraíza.
Después, sobre estos pilares que se crean en nuestra infancia, vamos construyendo las diferentes plantas que conformarán quiénes somos. Debemos mantener nuestros pilares saneados o de otro modo, los pisos se desequilibrarán… y esto nos pasa muchas veces.
En ocasiones, nuestros pilares se desarrollan en torno al amor y al optimismo. Otras veces se construyen en torno al miedo y la negatividad. A pesar de que nuestros pilares se hayan construido hace tiempo, siempre podemos repararlos y transformarlos.
Función de la mente negativa
La mente negativa es algo que todos poseemos, de hecho es más natural pensar en negativo que en positivo.
La mente negativa es tan natural por una sola razón… nos ha permitido sobrevivir y llegar al siglo XXI. En un mundo donde las amenazas eran muy reales y cualquier suceso inesperado ponía en duda nuestra vida, evitar lo que parecía un peligro, nos ha salvado.
De esta manera, la mente humana se fue construyendo en torno a la idea…
“Si anticipo lo peor, estaré preparada cuando esa amenaza ocurra realmente”
Y como ese pensamiento se convirtió en una mayor supervivencia, la mente humana ha tomado esta idea como un lema de vida.
Los milenios han pasado y vivimos en un mundo mucho menos amenazante que aquel en el que vivíamos cuando éramos más primitivos. Pero nuestra mente y cuerpo, siguen manteniendo los mismos mecanismos de defensa.
Por eso respondemos con estrés cuando nos sentimos amenazados, por eso anticipamos en negativo y nuestra mente tiene este sesgo hacia la negatividad… y todo para protegernos… para sobrevivir.
Una mente optimista, hay que construirla y en ocasiones eso supone luchar contra lo que nuestro cerebro y cuerpo han aprendido durante milenios… por eso el cambio de mentalidad es un proceso que requiere tiempo.
Consecuencias de la mente negativa
Solemos tener una media de 60.000 pensamientos diarios. Se estima que el 80% de nuestros pensamientos, son negativos y el 90% de los pensamientos diarios, son repetitivos.
Cuando pensamos en negativo, llevamos una gafas oscuras que nos impiden ver la realidad tal y como es. Porque nuestra realidad depende de las gafas mentales que llevamos puestas… todo depende de cómo interpretamos las cosas.
La mente negativa se expresa de una manera muy concreta, de hecho la puedes observar a través de…
- Pensamientos negativos: Una de las maneras más rápidas en que identificamos nuestra mente negativa, es a través de los pensamientos negativos. A veces son pensamientos que surgen como una ligera alarma que nos indica… “ten cuidado, sé precavido”. Otras veces llega con la fuerza de un huracán y produce mensajes o imágenes apocalípticas que pocas veces se hacen realidad, como… “Hoy he llegado tarde al trabajo, me van a despedir”. En ocasiones estamos tan acostumbrados a este tipo de pensamientos, que no nos damos cuenta de lo dañinos que son.
- Rumiaciones y bucles: Una vez que nuestra mente ve la vida a través de los pensamientos negativos, se producen bucles de pensamientos negativos en los que nos quedamos atrapados por mucho tiempo. Estos bucles, en psicología, se llaman “Rumiaciones”… porque hacemos como las vacas hacen con la hierba… dar vueltas y más vueltas a lo mismo. Son pensamientos vacíos porque nos impiden hallar soluciones y generan un gran malestar interior.
- Más reactividad emocional: Si vemos el mundo a través de unas gafas oscuras, empezaremos a sentir emociones intensas de polo negativo… estrés, ansiedad, enfado, frustración, tristeza, desesperanza, culpa, vergüenza, decepción y una larga cadena más de emociones desagradables. Además de esto, al tener la mente llena, seremos más reactivos emocionalmente, es decir, que cualquier cosa (por pequeña que sea), nos hará reaccionar con una gran emocionalidad. Y esto nos provoca un gran desequilibrio emocional.
- Irritabilidad: Una mente que siempre está preocupada, será más irritable. El exceso de pensamientos, las rumiaciones y una mayor reactividad emocional, nos hará defendernos más y es probable que estemos irritados, enfadados y frustrados. En ocasiones es una irritabilidad hacia nosotros mismos y otras veces es hacia los demás, lo que hace más probable los…
- Conflictos interpersonales: Cuando nos sentimos saturados en mente y emociones, estamos más irritables y es más probable que tengamos más roces y conflictos con otras personas. Solemos tener estos conflictos con las personas más allegadas y con quienes tenemos más confianza. Pero en ocasiones, podemos mostrar nuestra irritabilidad con cualquiera que se cruce en nuestro camino. Esta actitud, mantenida en el tiempo, nos puede aislar de los demás.
- Agotamiento: Por último, la mente negativa nos agota profundamente. Las emociones desagradables nos desgastan y los pensamientos negativos en bucle, drenan nuestra energía. Por eso es habitual que quienes viven con una mente negativa, se sientan profundamente agotados… todo es cuestión de energía. Las emociones agradables y el optimismo realista, nos llena de energía que vibra alto, lo que nos hace sentir expansivos y libres.
Espero que esta radiografía de la mente negativa, te haya ayudado a comprender mejor por qué existe esta mente y cómo puedes identificarla.
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