La física cuántica nos indica que todo es energía. Incluso lo que identificamos como materia, no es más que un conjunto de “cuantos” (partículas de energía muy pequeñas) que vibran constantemente y que nuestros sentidos decodifican como materia.
El mundo cuántico está lleno de probabilidades, es decir, que todas las situaciones son posibles, aunque solo se materializará una de ellas.
Las probabilidades son infinitas.. es posible que te dediques a algo que te apasiona pero también que no lo hagas, existe la probabilidad de que encuentres pareja pero también de que te quedes soltero. Y es que en este universo cuántico existe la abundancia y la escasez, y nosotros tenemos el poder de manifestar cualquiera de esas opciones.
De modo que lo más interesante es saber por qué se materializa una de ellas y no otra. Y la física de lo más pequeño, nos indica que todo depende del “observador”. Podemos referirnos a este observador como nuestra conciencia, nuestra capacidad para saber lo que ocurre dentro y fuera de nosotros.
En el laboratorio cuántico, el observador puede ser una persona, pero también una cámara. En nuestra vida, nosotros somos los observadores.
Algo que me parece especialmente interesante, es que hay autores que indican que los psicólogos podríamos convertirnos en observador de las realidades de nuestros pacientes, de modo que propiciamos los cambios al sentir y saber que la vida de la otra persona va a cambiar.
De tal modo que las expectativas que tenemos como profesionales sobre los pacientes que atendemos, pueden fomentar el cambio si creemos que la persona saldrá adelante.
Y esto me hace pensar en la relación terapéutica que se establece con los pacientes. En mi experiencia profesional, me he dado cuenta de que casi más importante que las técnicas que uso, es la relación de confianza que establezco con cada persona a quien ayudo. Saber que va a mejorar y sentirse mejor, creo que es la clave del éxito terapéutico.
Tal vez te estés preguntando… ¿Cómo puedo seleccionar la probabilidad que se materializará en mi vida?
Lo haces desde dentro…
Los pensamientos y emociones
¿Y si te dijera que experimentas en tu vida aquello que piensas y sientes?
Así de poderosa es tu mente. Por eso es importante que te hagas consciente del contenido de tu mente.
Los pensamientos y emociones son los ladrillos con los que construimos nuestra vida, nos llenan de energía o de temor, nos hacen vivir en un mundo seguro o en uno peligroso. Por eso debemos ser cuidadosos.
El campo cuántico está en todas partes, es como un tejido que se extiende por todo el universo. De hecho, se dice que el campo cuántico es un puente entre nuestra conciencia (pensamientos, emociones y creencias) y el mundo físico en que vivimos.
El budismo sabe desde hace milenios, que lo que pensamos y sentimos es lo que crea nuestra vida. En la ley de causa-efecto o del Karma, nos indican que lo que hoy pensamos y sentimos, traerá hasta nosotros lo que viviremos mañana. Y que lo que hoy estamos viviendo, es consecuencia de lo pensado y sentido en el pasado.
Me asombra cómo se interconecta la sabiduría ancestral y la ciencia más moderna… señal de que las tradiciones antiguas tenían acceso a conocimientos profundos.
Teniendo en cuenta esto, me gusta hacer un ejercicio en el que tomo un área de mi vida y pienso en ella como en una larga cadena. A continuación tomo eslabón por eslabón, y reflexiono sobre los pasos que me han traído hasta aquí, las emociones, pensamientos y decisiones que han producido estas situaciones que ahora vivo.
Y siempre me sorprendo al comprobar cómo incluso decisiones que parecían aleatorias, toman todo el sentido del mundo cuando pasa un tiempo.
Lo que más me gusta de todo esto, es que si lo que vivo depende de lo que pienso y siento, entonces puedo crear la vida que deseo. Porque sé que puedo modificar mis emociones y regularlas, porque sé que puedo re-programar mi mente.
Tengo un poder más grande del que hubiera imaginado
Esto no solo lo experimento conmigo, a mis pacientes también les ocurre. Cuando re-programamos su mente consciente, comienzan a darse cuenta de que los pensamientos son flexibles, que no tienen que creerse todo lo que les susurra la mente.
Cuando re-programamos su mente inconsciente, ocurre la magia. Al descender al subconsciente, sanamos heridas antiguas, hablamos con el niño interior que aún vive en ellos, nos llenamos de amor y pasadas una o dos semanas, esos cambios se materializan en la vida cotidiana a través de cambios profundos y decisiones aplazadas durante mucho tiempo.
Todo esto me hace comprender que podemos cambiarlo todo. Es cierto que el pasado no podemos modificarlo, pero sí podemos re-interpretarlo y cuando lo hacemos, todo cambia.
Tus emociones… Son pura energía que se comunica en tu cuerpo y más allá de él. Transmites tus emociones al campo cuántico a través del campo electromagnético de tu corazón (energía). Cada emoción tiene una vibración. El miedo, la ansgustia o el estrés, tienen una vibración baja. La alegría, la serenidad, la calma, el amor, la compasión o la gratitud, tienen una vibración elevada.
El campo cuántico identifica la energía de tus emociones y manifiesta para ti aquello que está en consonancia con tu energía (ley de la correspondencia). Pero recuerda… puedes cambiarlo todo.
Tus pensamientos… Nacen de tus emociones y por tanto, dependen de ellas. Los pensamientos también son energía que transmites al campo cuántico. Por eso cuando anticipas que algo saldrá bien, es más probable que salga bien, pero cuando anticipas que algo saldrá mal, también es más probable que salga mal. Cuida tus pensamientos porque son muy poderosos.
Tú eres la mente cuántica
Así es… tú eres la mente cuántica.
Tienes el poder de cambiar tu mente y por tanto, de cambiar tu vida.
Algunos pasos que puedes ir dando para activar tu mente cuántica, son:
- Hazte consciente de lo que piensas. Apunta tus pensamientos.
- Respira conscientemente y regula tus emociones.
- Haz actividades que te conecten con tu cuerpo.
- Reflexiona sobre los pasos que te han traído hasta este momento.
Cambiar tu vida es posible, solo necesitas entrar en ti mismo y conocerte en profundidad.
No quiero que te sientas culpable si estás en una etapa depresiva, llena de ansiedad o si sientes que la vida es injusta. Tú no eres culpable, simplemente no eres consciente del poder que tienes. Puedes modificar estas cosas desde hoy mismo, desde tu interior.
Y si crees que esta tarea es demasiado para ti, yo estoy encantada de ayudarte. Si quieres que hablemos, haz click en el siguiente botón…
Tu mente es poderosa… tú eres poderoso