La mente… esa gran desconocida, insondable como el universo. Nuestra vida gira en torno a lo que ocurre fuera de nosotros, responsabilidades, trabajo, estudios, vida social y un largo etcétera. De ese modo nos olvidamos de la mente, que nos acompaña allá donde vayamos, que es sumamente poderosa.
El poder de la mente no está en la capacidad de los seres humanos para hablar o caminar erguidos, ni siquiera se cobija en el desarrollo tecnológico que han creado otras mentes. Nuestro verdadero poder mental se encuentra en nuestros pensamientos y emociones.
Los pensamientos son producciones de nuestra mente y aunque en ocasiones los crea por su cuenta, sin que seamos muy conscientes de ellos, somos capaces de frenarlos, aceptarlos y modificarlos por otros más constructivos y positivos. Saber que tenemos ese súper poder para observar los pensamientos y no dejar que hagan lo que quieran en nuestra mente y cuerpo, es el inicio del cambio.
¿Y por qué son tan importantes los pensamientos?… verás, los pensamientos son los que construyen tu realidad, son los que te pueden hacer sentir conectado a todo y tener una visión de la vida mucho más profunda y bella, casi espiritual. Pero los pensamientos también pueden hacerte sentir que la vida es una amenaza constante, un peligro que debes afrontar, lo que te llevará a una imagen negativa de todo lo que vives, aunque sean cosas positivas.
La ansiedad provoca pensamientos que nos llenan de miedo, en ocasiones terror por lo que podemos llegar a vivir (anticipando cosas que no sabemos si se cumplirán). De repente, comenzamos a construir toda nuestra vida en torno al miedo en lugar de a las oportunidades o al amor que hay en nosotros y a nuestro alrededor. Cuando aprendemos a observar los pensamientos sin dejarnos llevar por ellos ni por el miedo que crean en nosotros, nos damos cuenta de que nuestra realidad cambia, que no es tan oscura como habíamos pensado, que siempre podemos hacer algo para sentirnos mejor.
Ahora que escribo estas palabras, que comparto contigo estas cosas que he ido aprendiendo, me doy cuenta de que el budismo ha defendido esta misma idea desde hace milenios. Desde esa filosofía de vida, nos dicen que la realidad es una ilusión. Esta afirmación no quiere decir que la realidad no exista, sino que aquello que creemos que es la realidad, es solo una simulación que construye nuestro cerebro cada día en base a la información que le llega de los sentidos. El cerebro está desconectado de todo cuanto le rodea, por eso es importante que no nos creamos al cien por cien todo lo que pensamos, porque es algo que construimos cada día y lo que hoy puede parecer horrible, mañana se puede convertir en el inicio de una nueva forma de vida.
En cuanto a las emociones, ya sabes que creo que las emociones son nuestras amigas pero las tememos porque no las conocemos bien, nos asustan por su intensidad y al ser incapaces de regularlas, creemos que estamos indefensos ante ellas. Las emociones están vivas y por eso mismo debemos escucharlas, darles tiempo y regularlas, para que sepan que las aceptamos, que no hay nada que nos separe. Cuando permitimos que la tristeza salga en forma de lágrimas, cuando nos aislamos temporalmente del mundo para protegernos, estamos regulando nuestras emociones. Cuando nos dedicamos tiempo, cuando meditamos, cuando respiramos conscientemente, estamos regulando nuestras emociones. Puedes hacer muchas cosas para que la intensidad emocional se reduzca y puedas vivir plenamente tu vida.
La mente es poderosa porque podemos modificarla, porque el cerebro tiene la capacidad de crear nuevas neuronas y de establecer nuevas redes neuronales que cambian nuestro mundo interno (y por tanto nuestra realidad). La neuroplasticidad nos indica que el cerebro es como la plastilina o la arcilla, que podemos moldearla tan solo con nuestra energía, con los pensamientos que creamos conscientemente y con las emociones que sentimos y regulamos. Me parece que esto sí es un súper poder
Por muy mal que lo estés pasando ahora, por mucho sufrimiento que estés experimentando, nunca olvides que puedes modificar tu realidad desde dentro, desde tu propia mente, desde tu propio cerebro. La vida es maravillosa precisamente porque cambiamos, porque la impermanencia propia de la vida también incumbe a nuestro cuerpo y mente, a nuestros pensamientos y emociones.
Espero que todo lo que he compartido contigo en este post, te ayude a mantener la esperanza, te ayude a reafirmar el enorme poder interno que posees porque, no lo olvides, cambias constantemente. Eres un escultor que con su cincel (pensamientos y emociones) va esculpiendo una enorme piedra (tu cerebro) para hallar en su interior la bella escultura que hay oculta en ella, hallando la paz, serenidad y equilibrio que siempre han vivido en ti.