Solemos vivir apegados a nuestra realidad material y nos olvidamos de que también poseemos una realidad energética que es la que nos moviliza. 

La energía es sutil, nos rodea pero no la podemos ver. Hay quien la puede sentir, pero incluso cuando es así, la energía pertenece al reino de lo invisible, lo intangible. Por eso no le damos importancia. 

Sin embargo, en este universo en el que vivimos, la materia no es más que átomos vibrando sin parar. Entonces cabe preguntarse… ¿Qué es más real… lo material o lo energético?

Esta pregunta me recuerda al dilema de qué fue antes, el huevo o la gallina. Creo que lo energético es la verdadera realidad y el mundo material lo captamos como algo físico solo porque nuestro cerebro traduce esas ondas y vibraciones energéticas en cosas que podemos ver, oír, degustar, oler o sentir en nuestra piel. 

Por eso nuestros cinco sentidos son esenciales… porque conectarnos a ellos nos permite conectar más fielmente con la realidad energética que nos rodea. 

El problema es que el ser humano, dotado de racionalidad, tiende a interpretar constantemente toda información que entra en el cerebro y por eso no solemos conectar fielmente con la energía que nos rodea. Todo lo interpretamos, lo conectamos con nuestras creencias y algo que es neutral, se convierte en fuente de sufrimiento o de bienestar. 

La física cuántica ha corroborado algo que las grandes tradiciones religiosas y filosóficas orientales ya sabían desde hace milenios, que en este universo en el que vivimos, todo es energía. De hecho, se afirma que vivimos en una matriz energética, el llamado “campo unificado” o campo cuántico. 

Y la tradición budista nos habla de “Karma”, esa huella energética que dejamos con cada pensamiento, emoción y acción que dejamos detrás de nosotros. 

Si quieres profundizar algo más en tu poder para crear tu realidad, te invito a leer otro post de mi blog, haciendo click aquí

Tal vez te preguntes por qué comienzo hablando de estas cosas. Creo que necesitas saber que no todo es lo que crees y que la realidad es algo más compleja de lo que a veces pensamos. 

Ahora ya sin dilación, te hablaré del efecto Maharishi…

El efecto Maharishi y la paz

Maharishi Mahesh Yogi, es a quien debemos el descubrimiento de este efecto que se produce cuando un grupo de personas, meditan al mismo tiempo y con el mismo objetivo. 

Maharishi fue el fundador de la meditación trascendental, un tipo de meditación basada en la repetición de un mantra, repitiendo en silencio una imagen mental o palabra durante toda la meditación. Su objetivo era reducir el sufrimiento individual y conducir al bienestar personal y social. 

Quiero introducir un concepto importante…

“Masa crítica”. Este concepto hace referencia a la cantidad mínima de personas que son necesarias para que se produzca una reacción en cadena, un cambio importante. Esto se calcula haciendo la raíz cuadrada del 1% de la población mundial. Cuando esa cantidad de humanos se enfocan en un mismo objetivo, se alcanza la energía mínima necesaria para que se produzca un cambio significativo en nuestro mundo y realidad.

En 1974, se hizo un experimento donde un grupo de personas, alcanzando la masa crítica, practicaron juntas la meditación trascendental, tomando como mantra o enfoque de su meditación, la paz mundial. Los resultados arrojaron que en el tiempo en que se produjo esa meditación colectiva, la criminalidad se redujo en un 16%. 

Estudios posteriores en diferentes ciudades de EE.UU., hallaron que cuando un grupo de personas que alcanzan la masa crítica, realizan la meditación trascendental, logran reducir las tasas de criminalidad, accidentes y suicidios. Lo interesante es que esta tasa de criminalidad se redujo en el momento de las meditaciones grupales, pero también se redujo en un período de 5 años, en comparación con las tendencias habituales en esas ciudades.

Maharishi creía que la conciencia colectiva (suma de emociones, pensamientos y acciones de muchas personas), determina el comportamiento social. Y dado que la unión de conciencias comienza con cada conciencia individual, la meditación trascendental tiene la posibilidad de conectar con el campo unificado o campo cuántico, cambiando el comportamiento individual y social. 

La clave en este efecto, es crear coherencia en la conciencia colectiva, es decir, que varias personas al mismo tiempo, se enfoquen en una misma energía… la paz, el amor, el bienestar. Y esa coherencia se materializará como un mundo más pacífico y con menos violencia. 

Maharishi tomó como base para sus estudios, lostextos védicos hindúes. Son textos que aparecieron al menos antes del año 1.500 a.C. En estos textos, se habla de la “conciencia pura”, un campo unificado de conciencia que está formado por la actividad de todas las mentes individuales. Todo lo que un ser humano piensa y siente, queda registrado en este campo de conciencia, lo que hace que dicho campo fluctúe hacia la serenidad y la paz o hacia el estrés y la violencia. 

La práctica de la meditación trascendental, ayuda a que nuestra mente pase un estado de sobre-pensamiento, al enfoque en un solo objeto (mantra, respiración), promoviendo unestado de “alerta relajado”, donde sentimos una gran claridad mental y estamos receptivos a todo lo que llega a nosotros, aunque sin reaccionar a ello, convirtiéndonos en observadores, espectadores. 

Creando un mundo mejor

Tú puedes empezar desde hoy a crear un mundo mejor… 

• Cuida lo que sientes: Creo que las emociones son las que realmente determinan la vida que vivimos. Cuidar lo que sentimos, parte de hacernos conscientes de las emociones y regularlas. Una vez que tengas práctica en estos dos pasos, podrás empezar a crear tus propias emociones, como sentir gratitud a diario. 

• Cuida lo que piensas: Tú puedes dirigir tu mente y atención hacia donde deseas. Cuidar de lo que piensas, comienza siendo cuidadoso con la información que entra en tu cerebro. Por eso te recomiendo que observes qué escuchas, qué lees, qué series o programas de TV ves. Porque todo ello, deja una huella energética en tu cerebro, que toma como punto de partida para crear tus pensamientos. Abandona toda aquella información que te hace sentir miedo, angustia o que te hace vivir en un mundo peligroso. 

• Cuida lo que dices: Lo que dices parte de lo que piensas. Cuando cuidas tus pensamientos y la información que entra en ti, podrás ser más fiel a ti mismo al hablar. Sé cuidadoso con las palabras que emites, sé cuidadoso con tu tono de voz, sé cuidadoso con tus silencios. Así podrás relacionarte con los demás de manera genuina. 

• Sé respetuoso y amable en tus acciones: Lo que pensamos y sentimos, determina lo que hacemos. Por eso es importante que cuides tus emociones, tus pensamientos y tus palabras, porque todo ello definen quién eres. Ser respetuoso y amable en nuestras acciones, supone aceptar a los demás como son y ser consciente de que cada cual hace lo que puede con lo que sabe de sí mismo. Actúa como quisieras que otros actuaran contigo. 

• Sé amable contigo mismo y con los demás: Un mundo más pacífico, comienza desde dentro, sintiendo la paz, serenidad y bienestar dentro de ti. De esta manera, aportarás una energía sanadora y llena de paz al campo unificado de conciencia. Es así como cambiamos el mundo. 

“En el plano de los átomos, el paisaje no es de objetos sólidos en movimiento unos alrededor de otros como parejas que bailan siguiendo pasos previsibles. Las partículas subatómicas están separadas por espacios inmensos; el 99,999% del átomo es vacío. Por lo tanto, cualquier materia sólida, incluyendo nuestros cuerpos, está proporcionalmente tan vacía como el espacio intergaláctico”

– Deepak Chopra –