Nuestra vida es una creación mental.
Somos programadores escribiendo un código cada día. Y aquello que programamos, se hace realidad.
Este proceso solemos hacerlo de manera inconsciente, aplicando las creencias que otras personas han implantado en nosotros a través del aprendizaje y la repetición.
De esta manera, se ha ido configurando nuestro subconsciente, el verdadero director de orquesta vital.
Estamos tan ciegos, que incluso solemos ignorar las creencias esenciales que forman parte de nosotros.
Y aquello en lo que creemos, crea la vida que vivimos.
La toma de consciencia es clave para poder elegir la vida que queremos vivir, dejando de ser gobernados por programaciones ajenas que no tienen validez para nosotros.
Las creencias
Nuestra mente está encadenada, las cadenas están formadas por creencias limitantes que hemos ido instalando a lo largo de nuestra vida.
Las creencias limitantes, nos indican las líneas rojas, los lugares por los que no debemos ir, lo que no debemos hacer, lo que no nos merecemos.
Podemos tener creencias como: “debo cuidar a otros para que me quieran y cuiden”, “tengo que ser amable para que no me rechacen”, “una buena persona debe sacrificarse por los demás”, “no me merezco ser feliz porque no soy perfecto”, “cuando adelgace tendré éxito”.
Este tipo de creencias, limitan nuestra vida porque nos impiden ser libres, nos dicen que nadie nos querrá si no no sacrificamos, que no podemos ser felices porque somos imperfectos o que no podemos tener éxito porque tenemos algo diferente a los demás.
Estas creencias nos encierran en jaulas. En realidad, somos nosotros mismos los que nos encerramos en esa jaula para evitar ser felices y disfrutar de la vida.
Hay una parte de nosotros que es un dictador, siempre quiere llevar la razón y critica todo cuanto hacemos y decimos. Este dictador se hace fuerte a través de las creencias limitantes. Es el ego.
Nuestra mente siempre trata de confirmar aquello en lo que cree. Y esta puede ser nuestra gran vulnerabilidad o nuestra gran fortaleza.
Porque si creemos que hoy será un buen día, lo será, la mente buscará confirmaciones para esa creencia. Pero si creemos que la vida es una amenaza constante, también encontrará las señales necesarias para confirmar su teoría.
La realidad exterior es la misma, pero damos sentido a nuestra vida a través de las creencias
Somos arquitectos de nuestra vida, pero somos arquitectos invisibles, trabajamos con nuestra mente, con nuestros pensamientos y emociones.
Debemos ser cuidadosos con las creencias que tenemos porque tienen el poder de moldear nuestra realidad. Por eso debes tomarte un tiempo para explorar tus creencias… yo te ayudo a través de algunas preguntas…
- ¿Sientes que el mundo es un lugar seguro o amenazante?
- ¿Crees que tu valor depende de lo que haces, de lo que tienes o de tu físico?
- ¿Sientes que el dinero es escaso o abundante?
- ¿Crees que para que alguien te ame debes ser de cierta manera o te mereces el amor seas como seas?
- ¿La felicidad está a tu alcance?
- ¿Sientes que tu mente tiene vida propia o puedes hacer algo por regular su contenido?
- ¿Crees que está mal ser sensible y llorar?
- ¿Sientes que debes ser el cuidador de otras personas y salvarles?
Tras reflexionar acerca de estas preguntas, tendrás una idea más clara de las creencias que tienes en tu interior. El siguiente paso es identificar aquellas creencias que no quieres tener programadas en tu mente y transformarlas en creencias que te guíen hacia la vida que deseas vivir.
¿Necesitas ayuda con esta transformación? Yo estoy encantada de ayudarte, escríbeme desde aquí
Creando conscientemente
Cuando comprendemos que la realidad que creamos depende de lo que creemos, nuestra manera de vivir, se transforma.
Nos damos cuenta del enorme poder dormido que hay en nosotros y en cómo la realidad externa es solo un reflejo de la realidad interna.
Crear conscientemente, supone conocernos profundamente. Y en este proceso de auto-conocimiento profundo, hay varias fases…
- Conocer los pensamientos: Comenzamos por lo asequible, accediendo a los pensamientos creados por la mente. Esto es solo la punta del iceberg, la señal de todo lo que hay por debajo, lo que actúa de manera silenciosa y subconsciente.
- Conocer las emociones: Descendemos un escalón en nuestra consciencia y nos adentramos en el mundo de las emociones. Cada emoción trae un mensaje, aprender a escucharlas y descifrarlas, nos facilita la vida y nos permite regularlas mejor.
- Conocer las creencias: El siguiente escalón nos introduce ya plenamente en el subconsciente. Es aquí donde anidan esas creencias que hemos ido incorporando a nuestra psique. Algunas creencias han sido instaladas por nuestros padres o cuidadores y otras las hemos instalado nosotros mismos a través de ciertas experiencias vitales. Por lo general, no somos conscientes de cómo se gesta esta creencia y en ocasiones se esconden en los pensamientos para no ser vistas.
- Conocer las heridas: Cuando empezamos a caminar por nuestro subconsciente, podemos identificar el origen de nuestras creencias. Su origen está en las heridas emocionales que hemos ido adquiriendo en la vida. Suele ocurrir que una primera situación emocionalmente intensa crea el primer golpe y abre la herida por primera vez, pero experiencias sucesivas ahondan esta herida, haciéndose más profunda y arraigando en nosotros. Es de aquí de donde surgen nuestras creencias.
La herida es una señal de algo que nos dolió, de algo que nos faltó, de algo que necesitábamos y nos fue negado. Alrededor de la herida aparecen protecciones, pero en lugar de sanar la herida, hace que ésta se haga más profunda.
En terapia hacemos este proceso de descenso hacia el origen de tus creencias. Sanamos tus heridas aunque no las podemos hacer desaparecer, porque de ellas nacen tus fortalezas, alrededor de ellas te has desarrollado, has construido al ser humano único que eres.
Y en este descenso desde la mente consciente a la subconsciente, paradójicamente, tomamos conciencia de los hilos que nos mantienen cautivos, de las ataduras que nos impiden disfrutar de la vida.
Y al tomar consciencia, el cambio se aproxima… porque comprender que esas protecciones nos ayudaron en el pasado pero que ya no tienen sentido de ser, nos libera de esas ataduras y es así como alcanzamos la libertad interna.
Por eso la terapia es un proceso transformador, porque comenzamos en la superficie y ahondamos poco a poco en ti.
Por eso adoro la terapia psicológica.
Crea la vida que quieres a través de tus creencias