Aprender a confiar en ti es un viaje que comienzas a recorrer en el presente.
Solemos pensar que si no alcanzamos cierta meta, o si no terminamos cierta carrera o incluso si no tenemos una relación de pareja estable, no podremos confiar en nosotros mismos.
El error en ese pensamiento, está en que buscas fuera lo que solo está dentro de ti.
Porque ninguna situación externa ni ninguna persona que te rodee, será capaz de hacerte sentir confianza en ti.
Porque el camino siempre es hacia dentro.
¿Qué es confiar en mí?
Cada persona tiene un concepto diferente respecto a lo que significa confiar en uno mismo. Hoy te voy a dar mi punto de vista.
Confiar en ti es saber que siempre puedes refugiarte en ti para buscar el consuelo que necesitas. Es acallar la voz del crítico interno que vive en tu interior y elevar la voz de esa abuela amorosa que te quiere con todo su corazón.
Confiar en ti es saber que aunque las cosas no salgan como esperas o como querrías, tú seguirás siendo valioso. Porque tu valor no depende de lo que ocurra fuera de ti, depende de lo que hay en tu interior, de tu corazón.
Confiar en ti es darte cuenta de cuándo te estás tratando mal a ti mismo y parar de hacerlo. Y también es alejarte de personas que solo te hacen daño o se aprovechan de ti.
Confiar en ti es saber que puedes afrontar cualquier situación que la vida te traiga y si no puedes, es también buscar la ayuda que necesites para seguir adelante, para salir reforzado de las adversidades.
Confiar en ti es saber cuáles son tus vulnerabilidades pero no acudir a ellas para hacerte sentir mal.
Confiar en ti es saber cuáles son tus fortalezas y adaptarlas a todas las situaciones que la vida traiga hasta ti.
Confiar en ti es, al fin y al cabo, conocerte profundamente y quererte más que a nadie.
Porque sin amor, la vida es difícil, pero sin amor hacia ti mismo, la vida es insoportable.
Cuando hablo de quererte, hablo de aceptación total de quien eres ahora… con tu aspecto actual, con tus estudios actuales, con tu trabajo del presente. Porque si esperas a aceptarte cuando las cosas cambien o cuando tú cambies, nunca te aceptarás.
Más allá de todo esto… confiar en ti es decidir conscientemente y elegir quererte y apoyarte pase lo que pase. Y eso es lo que de verdad nos cuesta, ponernos en primer lugar.
Solo puedes aprender a confiar en ti en el presente, viviendo aquí y ahora, siendo quien eres ahora. La vida te cambiará, de eso no hay duda, pero una confianza inquebrantable en ti mismo, se adaptará a tus cambios y te hará sentir más seguro.
Aprendiendo a confiar en ti
Aprender a confiar en mí ha sido un proceso y lo sigue siendo, un camino que debo recorrer una y otra vez para afianzar la confianza y el amor que tengo por mí.
En este camino he aprendido algunas estrategias que tal vez te puedan ayudar a confiar plenamente en ti…
Obsérvate: La observación es el medio a través del cual te conoces. La observación también es el camino perfecto para alcanzar la neutralidad y ausencia de juicios, creando un espacio dentro de ti donde no hay críticas, donde solo hay aprendizaje y conocimiento.
Quédate con tus emociones y pensamientos: Mi personalidad tiende a la ansiedad, y no es extraño sabiendo que soy altamente sensible. Y aunque mis rasgos de personalidad puedan influir en cómo me siento o en la manera en que pienso, me he dado cuenta de que puedo modificar esos límites que no pone nadie más que yo misma.
Solía huir de mis emociones desagradables porque deseaba que acabaran. Y lo mismo me ocurría con los pensamientos desagradables. Por aquella época no comprendía que esas emociones y pensamientos, estaban cargados de significados que me ayudaban a conocerme mejor y me daban la oportunidad a llenar mi mente con lo que yo quería.
De modo que no luches contra tus emociones y pensamientos, mejor quédate con ellos, obsérvalos y conócete a través de ellos. Y si no te gusta lo que te muestran, recuerda que siempre puedes cambiar. Porque tu cerebro es de plastilina, porque todo cambia eternamente.
Regula tus expectativas: En ocasiones enlazamos la confianza en nosotros mismos, a las metas que alcanzamos. El problema es que solemos ponernos metas tan altas, que es muy difícil alcanzarlas con éxito de una sola vez. Y cuando no logramos lo que nos proponemos, nos frustramos y rechazamos.
Te propongo algo… ponte micro-metas. Alcanzar una meta muy grande, requiere de pasos intermedios. Por eso es importante centrarnos en esos pasos intermedios y no tanto en la meta final. Porque es el camino el que te ayuda a confiar en ti, porque es cada paso el que te ayuda a conocerte mejor.
Celebra los éxitos: Cuando alcances un éxito (por pequeño que sea), celébralo. En lugar de decirte lo de siempre: “Lo he conseguido pero no como yo quería” o “Este éxito es un fraude porque he necesitado ayuda”, comienza a alegrarte por lo logrado, siente el éxito en tu cuerpo, deja que la alegría te inunde.
Aprende de los “fracasos”: Como verás, he escrito la palabra fracaso, entre comillas. Y lo he hecho porque yo no creo que haya fracasos, solo lecciones. Es un cambio sutil pero me ha ayudado mucho a confiar más en mí. Porque cuando me siento fracasada solo puedo irme a un rincón a llorar, pero cuando pienso que los “fracasos” son lecciones, se pone en marcha mi mente curiosa y me doy cuenta de que todo me ayuda a evolucionar.
Como has podido comprobar, confiar en ti es fácil, aunque requiere estar muy conectado a ti y crear un espacio interno donde no te critiques, donde solo observes y cambies lo que no te gusta.
Por eso tener una confianza inquebrantable en ti mismo, es un proceso que realizas cada día.
Y porque puedes empezar hoy mismo, es tan emocionante empezar a confiar en ti.
Eres perfecto tal y como eres, puedes quererte y confiar en ti hoy, en el presente