Estamos viviendo en el siglo de las telecomunicaciones, y sin embargo nos sentimos aislados.
Vivimos en tiempos donde la pandemia por Covid-19 ha limitado las reuniones con amigos y familiares, y sin embargo muchas personas se sienten más conectadas que nunca.
Es curiosa la vida y cómo nos muestra los opuestos que existen en cualquier lugar y momento. Y es que a veces queremos lo que no tenemos y otras veces tenemos más de lo que esperábamos.
Así es la magia de la vida…
Como ya sabes, soy psicóloga y ejerzo online. La mayoría de mis pacientes los trato por teléfono, lo que quiere decir que no veo su rostro ni su cuerpo. Esto podría hacerte pensar que me cuesta conectar con ellos. Incluso yo pensaba esto mismo hace un tiempo.
Pero ya no… se acabaron los momentos de dudas porque ahora sé… sé que no necesito verte ni tocarte para conectar contigo, porque yo conecto a través de nuestra energía y esa la puedo sentir solo con hablar contigo, puedo transmitirte mi energía incluso a través de estas palabras.
Este tema me está haciendo reflexionar mucho, porque últimamente he comenzado a trabajar desde otro lugar… más allá de mi mente, más allá de mis pensamientos… adentrándome en un camino que siempre ha estado ahí, que siempre me ha acompañado. Pero debo admitir que no tenía el valor suficiente para adentrarme de manera consciente en él… hasta ahora.
Desde que vivo en mí, desde mi esencia, muchas cosas han cambiado… y es que he notado que mi capacidad para conectar se ha amplificado. Desde que comprendo que todos estamos conectados a todo, es como si pudiera acceder a esta matriz energética que lo impregna todo.
Es difícil explicar estas sensaciones que tengo, pero voy a hacer un esfuerzo para que veas a través de mis palabras. La idea esencial es que podemos aprender a conectar de otra manera con los demás.
Aprendiendo a conectar
Podemos conectar con los demás desde muchos lugares, desde la piel, las emociones, los pensamientos, las creencias, los hobbies o desde la pasión. Yo estoy aprendiendo a conectar con otras personas desde lugares alternativos…
La Voz
Una de las cosas que me sorprenden aún hoy, es que puedo conectar tan profundamente con otras personas simplemente a través de la voz. Puedo observar la evolución de mis pacientes en su voz… porque su tono cambia, las palabras usadas cambian, las sonrisas son habituales cuando logramos transformar la angustia por autoconocimiento.
Cuando hablamos de conectar con otros, pensamos en la vista, en el tacto, el olor incluso, pero dejamos aislada a la voz, como si fuera un elemento decorativo. En realidad a través de nuestra voz creamos la vida que vivimos. Es a través de nuestra voz que manifestamos en el mundo tridimensional lo que vive en nuestra mente, lo que nuestra alma anhela.
Por eso la voz se está convirtiendo en mi instrumento musical favorito, por eso es mi herramienta de trabajo y el medio a través del cual logro cambiar la energía ajena.
Porque mis oídos y mi voz tienen un pacto extraño… los oídos captan, me abren la puerta a vidas ajenas, me ayudan a comprender el camino andado, las heridas abiertas.
Mi voz crea un nuevo universo que le hago llegar a la otra persona. Porque mi voz habla de comprensión, de espacio, de amor, de cambio, proyecto en la mente ajena el camino que su voz me ha indicado y le muestro caminos alternativos, más serenos, más profundos, más flexibles.
De modo que para mí, la voz es clave en la conexión con otras personas. Y por eso la cuido, por eso soy consciente de lo que digo y cómo lo digo.
La Realidad compartida
Más allá de cómo sea cada persona, hay algo que unos une… una realidad general que vivimos más allá de nuestra piel. Es la realidad que nos muestran las noticias pero también las experiencias personales de cada cual.
Y es que a través de la voz, puedo compartir la realidad del otro, puedo sentir su dolor, su tristeza, su miedo y ansiedad. Y esto me permite recrear en mí esa realidad en la que el otro vive.
La magia de mi trabajo, es que descubro una gran verdad: que la realidad objetiva no existe, porque todo depende de cómo interpretamos lo que llega hasta nosotros.
Y cuando conecto con vidas ajenas, con realidades ajenas, me doy cuenta de que yo creo la vida que deseo vivir. Y no solo se lo digo a mis pacientes, se lo muestro, les enseño cómo dependiendo de hacia qué aspecto de su vida dirigen la atención, pueden vivir desde el sufrimiento o desde la calma, desde el miedo o desde la comprensión.
De modo que una manera perfecta para conectar con los demás, es a través de la escucha atenta de la realidad en la que viven, porque de esa manera compartimos una realidad creada desde la mente.
Las Heridas compartidas
Al igual que ocurre con la realidad de cada cual, las heridas también son compartidas. Algunas de ellas re-abren mis propias heridas, otras me ayudan a comprender mejor la profundidad del ser humano, nuestra fragilidad y fuerza.
Creo que hay heridas que todos compartimos… el miedo al abandono, la sensación de escasez, la pérdida de un ser amado, perdernos a nosotros mismos en la vida, sentir que nada tiene sentido, experimentar una profunda pérdida de seguridad y confianza en nosotros mismos.
Todas estas heridas nos acompañan desde el principio de los tiempos, porque a través de ellas hemos sanado y aprendido. De modo que las heridas compartidas nos unen a los demás, a nuestros ancestros y a nuestra propia vulnerabilidad. Y desde ellas podemos crecer, sanar, evolucionar.
La Energía
En realidad, la energía es el gran conector, es la que hace posible que sepa qué te ocurre al escuchar tu voz, es la energía la que me permite comprender tu realidad y tus heridas, porque por unos segundos o minutos, vibro en tu misma frecuencia energética, siento tus heridas y vivido desde tu realidad.
Y no podemos engañar a la energía.
De modo que debes saber que nada te puede separar de los demás porque todos estamos conectados a través de hilos invisibles. No te dejes engañar por tus ojos, no los necesitas para conectar con los demás, no te dejes distraer por tu piel, porque te ayuda a conectar, pero hay mil maneras de hacerlo sin estar cerca del otro.
Y esa es la magia de las redes sociales… una magia que no sabemos usar apropiadamente, porque terminamos mostrando nuestra mejor cara, ocultamos nuestras lágrimas y escondemos nuestras heridas. Y creemos que así engañamos a los demás, cuando solo nos estamos engañando a nosotros mismos.
De modo que sé auténtico, sé genuino, muéstrate tal y como eres. Las personas sabemos identificar cuándo alguien no se muestra de manera natural… recuerda que estamos conectados energéticamente y la energía no engaña.
Eres pura magia hecha materia, puedes crear la vida que siempre has soñado y volverla a cambiar cuando la alcances. No hay límites para lo que puedes lograr.
Adéntrate en este nuevo mundo donde todo está conectado… donde somos uno