Solemos pensar que solo vivimos una vez y que cuando abandonamos nuestro cuerpo físico, todo acaba.
¿Pero y si te dijera que esto tal vez no sea así?
¿Y si has vivido ya mil vidas y te quedan otras mil por vivir?
Lo sé… es una idea revolucionaria y extraña. Tu mente tal vez la niegue porque ella solo conoce esto, solo puede sentir tu cuerpo, tu respiración y el latido de tu corazón y en su racionalidad, comprende que cuando el cuerpo deja de funcionar, todo se acaba.
Tu ego tiene miedo de morir porque será su final, su extinción. Pero tu alma, más sabia y antigua, guarda un gran secreto oculto… que en realidad somos inmortales y que nunca morimos porque nunca nacemos.
Hoy te voy a revelar algunas cosas que tal vez no sabes… como que eres un ser espiritual viviendo una experiencia humana. Y este ser espiritual, tu alma, nunca muere, vive eternamente.
¿Entonces… he vivido antes y lo haré después de abandonar este cuerpo e identidad?
Viviendo mil vidas en diferentes cuerpos y épocas
El hinduismo y el budismo creen en la reencarnación y en cómo volvemos una y otra vez a la vida física hasta que aprendemos las lecciones que nuestra alma debe aprender.
Esta manera de ver la vida, nos aporta una manera diferente de vivir…
- Venimos a la vida para aprender. Por lo que la vida en la Tierra se convierte en una gran escuela.
- Si estamos aprendiendo, los errores son habituales y nos ayudan a avanzar.
- Somos alumnos que venimos a perfeccionar nuestra alma.
- Somos maestros porque podemos compartir con otras personas lo que hemos ido aprendiendo.
- La vida es una maravillosa oportunidad para profundizar en nosotros y comprender el sentido de vivir.
Mi interés por estos temas surgió pronto. En mi adolescencia estaba abierta al esoterismo y la lectura de los libros de Brian Weiss, me ayudaron a profundizar un poco más en todos estos temas.
Si no lo conoces, Brian Weiss es un psiquiatra americano que vivió una profunda transformación gracias a una de sus pacientes. Weiss utilizaba la hipnosis para tratar a sus pacientes, especialmente en aquellos casos más complejos donde los síntomas y problemas emocionales no se podían resolver desde la terapia convencional.
En una ocasión, con una de sus pacientes, hizo una hipnosis regresiva hacia la infancia, queriendo llegar al origen de sus problemas. Su gran sorpresa fue que su paciente no se fue a la infancia de esta vida, sino que dio el salto a una vida pasada que su alma había vivido y que es donde se originaron sus problemas.
De este modo Brian Weiss comenzó a practicar la hipnosis regresiva a vidas pasadas con sus pacientes hasta que se comunicaron con él unos seres profundamente sabios, “los maestros”, que le daban información interesante sobre la vida y cómo funciona todo.
Los maestros se comunicaron a través de su paciente, de hecho la voz de ella tomaba un tono más profundo y diferente cuando los maestros hablaban y curiosamente, no recordaba la información que comunicaban los maestros a través de ella, porque ella no necesitaba esa información por el momento, solo debía conocerla Brian Weiss.
Cuando estamos en un estado hipnótico profundo, somos conscientes de todo lo que ocurre a nuestro alrededor y cuando salimos de este estado de extrema relajación, recordamos todo lo hablado, vivido y sentido. Por eso es extraño que ella no recordara los mensajes de “los maestros”.
Debo confesarte que me apasionó este tema y sentía que había emociones en mí que no comprendía, emociones que no se debían a experiencias directas que hubiera tenido en mi vida y decidí hacerme una auto-hipnosis regresiva con las instrucciones que el Dr. Weiss incluía en sus libros.
Grabé una pista de audio con las instrucciones necesarias para lograr este estado hipnótico y viajé hasta una vida donde encontré las respuestas que buscaba. Y llegué a una vida vivida en la Inglaterra del siglo XVIII.
Lo que aprendí de la hipnosis regresiva a vidas pasadas
Alcanzar un estado de hipnosis profundo, nos permite viajar a tiempos lejanos, a vidas experimentadas por nuestra alma pero olvidadas por nuestra mente. Aunque cada vida y cada aprendizaje o lección sin aprender, deja sus huellas.
Cuando experimentas una regresión a otra vida, en realidad no solo estás recordando.
De hecho vuelves a experimentar las cosas como si te estuvieran ocurriendo ahora. De tal modo que sientes el dolor, la tristeza, la alegría, el amor o el enfado como si lo estuvieras experimentando ahora.
Cuando entras en otra de tus vidas, entras en el cuerpo que ocupaste y ves todo “desde dentro”, como si lo estuvieras viviendo en el presente. Aunque también tienes la posibilidad de salir de una escena que es emocionalmente impactante.
Aprendí que soy un ser espiritual que ha vivido mil vidas y que me quedan tantas otras por vivir… porque hay muchas lecciones que aprender.
La razón por la que nos encarnamos en un cuerpo físico y en un planeta como la Tierra, es porque debemos aprender de nuestras emociones, nuestras grandes maestras. Hemos de aprender de las relaciones con otras personas, debemos comprender el poder de nuestra mente, que es capaz de manifestar todo cuanto pensamos.
Solemos reencarnarnos con aquellas almas que hemos compartido vidas previamente, creciendo juntos. Aunque en cada vida podemos representar diferentes papeles… padre, madre, hijo, hermano, marido… eso da igual, es solo un personaje temporal. Lo importante es nuestra alma… que no entiende de géneros ni de sexos.
La vida en la Tierra y en un cuerpo físico como el que tenemos, no es fácil porque tiene muchas necesidades, pero nos ayuda a entrenarnos…
Nos ayuda a comprender que nuestros sentidos no nos pueden mostrar todo lo que existe, nos reta a ir más allá de nuestra vista para adentrarnos en el mundo de la energía, las emociones y las almas.
Hemos olvidado de dónde provenimos, hemos olvidado nuestra esencia divina. Pero podemos recordarlo de nuevo, podemos despertar a esta realidad, podemos despertar nuestra conciencia.
Al otro lado no hay jueces ni críticas. Cuando abandonamos este mundo físico, nos encontramos con el amor incondicional más hermoso que te puedas imaginar. Los errores se convierten en lecciones, los aciertos son aprendizajes que llevaremos con nosotros en nuestras próximas vidas. Porque todo es aprendizaje y evolución.
Yo sé que mi alma ha vivido mil vidas y que vivirá otro millón de ellas hasta que complete todas mis tareas pendientes, momento en que no será necesario re-encarnarme, aunque podré decidirlo igualmente.
Porque elegimos cada vida, porque vemos un resumen de lo que nos espera antes de dar el paso definitivo… por lo tanto somos responsables de nuestra vida desde mucho antes de nacer… todo lo hemos elegido, incluso lo menos bueno.
Recuerda… el objetivo es aprender, por eso en ocasiones tenemos vidas tan difíciles… para despertar, para crecer.
Si te interesa este tema, te recomiendo cualquier libro de Brian Weiss, aunque yo comencé por “Muchas vidas, muchos maestros”.
Eres un ser espiritual viviendo una experiencia humana… eres maestro y alumno