Actualmente, la población general puede acceder a mucha información sobre salud mental… a veces demasiada.
Este proceso de poder acceder a información especializada a un solo click, ha hecho que lo que antes eran etiquetas diagnósticas solo para profesionales de la salud mental, ahora se utilicen en el lenguaje cotidiano.
El problema es que solemos usar de manera no adecuada estas etiquetas y eso se debe a que, en el fondo, desconocemos lo que significan ciertos diagnósticos o etiquetas diagnósticas.
Parte del objetivo de este blog, es dar información veraz sobre la salud mental. Y para ello, acudo tanto a mi experiencia profesional, como al aprendizaje que he hecho y sigo haciendo en mi vida académica.
Y hoy quiero hablar del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Lo primero que debes saber, querido lector, es que el TOC es un trastorno de ansiedad. Y eso nos da una mejor idea de qué ocurre en la mente de quien padece este trastorno.
Vamos a profundizar algo más…
Obsesiones y compulsiones
Este trastorno de ansiedad, cursa con síntomas de ansiedad que se resumen en…
Obsesiones: Son pensamientos, imágenes e ideas recurrentes, indeseadas e intrusivas. Estas obsesiones pueden surgir en cualquier momento del día. La presencia de estrés, desencadena ansiedad y hace que estas obsesiones aumenten. Las obsesiones pueden ser sobre diferentes temas…
- Comprobaciones (haber quitado el gas o cerrado el grifo).
- Acumulación de objetos (síndrome de Diógenes).
- El orden y la simetría.
- Temas morales y sexuales.
- Contaminación (rituales de limpieza con agua caliente que les daña la piel).
- Supersticiones (encender y apagar la luz 4 veces para estar a salvo).
- Temor a causar daños a otros (vienen imágenes sobre pegar a alguien).
- Pensamientos intrusivos sobre violencia o sexualidad.
- Obsesiones sobre enfermedades (ansiedad ante la posibilidad de padecer o contagiarse de enfermedades).
Compulsiones: Son conductas repetitivas que se realizan y que pueden llegar a convertirse en ritualespara reducir la ansiedad provocada por las ideas o pensamientos obsesivos. Los pacientes con este trastorno, realizan las compulsiones para reducir su malestar o prevenir acontecimientos o sucesos negativos (evitar que le pase algo malo a uno mismo o a los seres queridos). Podemos diferenciar entre…
- Comportamientos: Lavarse las manos, ordenar objetos, hacer comprobaciones más de 3 o 4 veces para asegurarse de que se ha cerrado la puerta o quitado el gas, encender y apagar la luz un número de veces concreto, etc.
- Actos mentales repetitivos: Rezar, contar o repetir palabras en silencio, decir palabras que le hacen sentir seguro de manera cíclica.
Solemos decir que tenemos “TOC” porque nos gusta que los cojines de nuestra cama estén colocados de cierta manera. Esto, más que una obsesión, es una preferencia.
Quien padece TOC, experimenta niveles de ansiedad muy elevados que le impide llevar una vida tranquila. No es solo cuestión de preferencias, en el TOC, la persona es incapaz de hacer la cosas de otra manera porque su mente “le dice” que las cosas tienen que ser de cierta manera para evitar accidentes y estar seguros.
El TOC es un trastorno que limita mucho el día a día porque la persona se convierte esclava de su mente, teniendo que hacer esa compulsión que su mente le dice, para reducir sus niveles de ansiedad. Aunque lo cierto es que siempre están hipervigilantes, controlando lo que ocurre a su alrededor para que nada se salga de esa línea que ha marcado aleatoriamente su mente.
Tratamientos e intervenciones
Quienes padecen de trastorno obsesivo-compulsivo, también suelen ser diagnosticados de depresión. De modo que además de la ansiedad propia del TOC, pueden presentar síntomas depresivos como: insomnio, fatiga y falta de energía, escasa motivación, pensamientos negativos repetitivos, culpa, vergüenza, tristeza y melancolía, ideación suicida, etc.
Tratamiento farmacológico: Se suele recetar anti-depresivos, específicamente, se suelen usar antidepresivos ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), logrando así aumentar los niveles cerebrales de serotonina, el neurotransmisor que nos estabiliza el estado de ánimo y nos ayuda a descansar mejor porque se transforma en melatonina.
Tratamiento psicológico: Se han hecho muchos estudios donde se ha comprobado la eficacia de la terapia cognitivo-conductual, un enfoque de terapia psicológico que ayuda a ser más conscientes de los pensamientos negativos y obsesiones para salir de ellos, al tiempo que se actúa sobre las compulsiones al reducir la ansiedad derivada de los pensamientos negativos.
En los últimos años, la aparición de la práctica de mindfulness o atención plena en el mundo de la psicología, ha hecho que se aplique también en casos de TOC. La práctica de mindfulness, ayuda a los pacientes a salir del enredo de pensamientos negativos y obsesiones, al tiempo que reduce la ansiedad y estabiliza el estado de ánimo. Vivir en el presente es una de las grandes ventajas de este enfoque.
Además de todo esto, es importante cuidar el cuerpo para que la mente esté sana. El 95% de la serotonina, se segrega en el intestino, por lo que podemos hacer algunas prácticas sencillas para aumentar sus concentraciones en el cuerpo (tengas o no TOC)…
- Tomar triptófano. Este aminoácido, se transforma en serotonina y melatonina en el cerebro.
- Probióticos: Otra opción es consumir alimentos que contengan microorganismos que pueden construir una microbiota fuerte. Algunos alimentos que contienen probióticos son: kéfir, yogurt, ciertos quesos, el miso, encurtidos sumergidos en vinagre o el chucrut.
- Naturaleza y vitamina D: Los entornos naturales, nos ayudan a segregar de manera natural más serotonina y tomar la vitamina D directamente de su fuente original (el sol), también ayuda a equilibrarnos.
- Técnicas de relajación y respiración: Regular los niveles de estrés y ansiedad, es bastante sencillo con técnicas de relajación, visualizaciones y ejercicios de respiración. Las técnicas de respiración, son nuestras aliadas para la regulación emocional, reducir la ansiedad y volver al presente.
Una película que muestra las complejidades de vivir con un trastorno obsesivo-compulsivo, es “Mejor imposible” de Jack Nicholson. Si no la has visto, te invito a hacerlo para comprender mejor en qué consiste este trastorno mental.
“La ansiedad no puede evitarse, pero sí reducirse. La cuestión en el manejo de la ansiedad consiste en reducirla a niveles normales y en utilizar luego esa ansiedad normal como estímulo para aumentar la propia percepción, la vigilancia y las ganas de vivir”
– Rollo May –