Nuestro cuerpo es un vehículo que nos ayuda a vivir la vida en este mundo tridimensional. Pero nosotros somos mucho más que este cuerpo, somos pura conciencia infinita.
A veces siento que la sociedad nos envía el mensaje opuesto, que el cuerpo es lo único que existe y pasamos de cuidarlo y atenderlo, a convertirlo en el centro de nuestra vida, en el centro también de nuestros miedos sobre el envejecimiento o las enfermedades, lo que nos puede llevar a una completa obsesión por el cuerpo, olvidándonos de nuestra alma.
Creo que la vida es puro equilibrio y debemos hallar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y nuestra espiritualidad. Ese es nuestro gran reto.
Conectar para trascender
Trascender algo significa ir más allá. Trascender nuestro cuerpo es ser conscientes de que tenemos un cuerpo, pero no somos ese cuerpo, porque somos mucho más.
Trascender es un efecto de vivir en el presente y por eso digo que para trascender tu cuerpo, tienes que vivir en él, conectarte a él en el presente.
Y puede parecer algo contradictorio, porque pensamos que trascendemos algo cuando nos olvidamos de ello, pero primero tenemos que entrar profundamente en el cuerpo, sentirlo tal y como es.
En la práctica de la atención plena, esto es bien conocido. De hecho, la respiración se convierte en el ancla al que conectarnos cuando sentimos que nuestra mente toma el control. Porque la mente viaja al pasado y al futuro, pero nuestro cuerpo solo vive en el presente.
Durante un tiempo, Buda trató de domesticar la mente a través del castigo físico, negándole la comida, la bebida e incluso el sueño. Puso su cuerpo al límite y se hizo consciente de que esa no es la manera de liberarse de las ilusiones y engaños de la mente.
En ese proceso, Buda aprendió que debemos mantener nuestro cuerpo saludable para trascender nuestra existencia humana.
En la India han sabido desde siempre que debemos cuidar el cuerpo y ellos lo hacen a través de su medicina tradicional, el Ayurveda y también a través del yoga.
El yoga es una práctica física que consiste en realizar una serie de posturas o asanas, donde conectamos con el cuerpo, con su energía y también con nuestra respiración. Pero el yoga es mucho más que una serie de posturas más o menos difíciles.
A través del yoga logramos trascender nuestra existencia puramente humana, uniendo nuestra alma a la divinidad. Y esta trascendencia se realiza desde el cuerpo.
Mente y cuerpo son uno, no podemos separarlos. En occidente nos empeñamos en separarlos y así ocurre, que nos pasamos la vida desconectados.
Siempre me ha parecido curioso que cuando deseo ir más allá de esta existencia puramente humana, del personaje que he creado en esta vida para seguir aprendiendo, necesite conectarme al cuerpo.
He de confesarte que la relación con mi cuerpo no ha sido muy fácil. Siempre he sentido que mi cuerpo era demasiado grande, demasiado lento, aunque tiene un gran aguante y mucha energía. Por eso, cuando comencé a adentrarme hace unos años en la atención plena, me costó conectar con el cuerpo, porque siempre lo había evitado, lo había rechazado.
En mi proceso de re-conexión con el cuerpo a través del yoga, me di cuenta de lo maravilloso que es mi cuerpo, de lo robusto y la poderosa energía que guarda en su interior. Y poco a poco, me fui dando cuenta de las señales que mi mente dejaba en el cuerpo, de las sensaciones, dolores y molestias que no eran del cuerpo, sino un reflejo de mi mente y emociones.
A veces me olvido del cuerpo. Mi trabajo se desarrolla en la mente… en mi mente y en la de mis pacientes y es muy fácil perderme en ella, sentir que el cuerpo es un estorbo porque me pide descansar, comer, dormir. Y sin embargo, debo estar agradecida a mi cuerpo porque me invita a salir de la mente.
Y en este viaje que es la vida, estoy aprendiendo a escucharme y quererme en el presente, sin olvidarme de que soy mucho más… conciencia infinita.
Tal vez te estés preguntando… ¿Cómo puedo conectar con mi cuerpo?
Ahora saldrás de dudas…
Conectando con el cuerpo
- Movilizando el cuerpo: Una de las cosas de las que me he dado cuenta, es de que cuando tenemos un exceso de energía en el cuerpo que sentimos a través del estrés o la ansiedad, movilizar el cuerpo nos ayuda a equilibrar esas energías. El estrés produce mucha tensión en nuestro cuerpo y necesitamos tener una válvula que nos ayude a regular esa presión. Te recomiendo que cuando sientas mucho estrés físico, camines por un parque o por la naturaleza, hagas yoga, nades o simplemente camines con calma, permitiendo que el cuerpo se equilibre a sí mismo.
- Observando las funciones del cuerpo: La atención plena aboga por la observación de cualquier fenómeno que vivamos, incluyendo nuestras funciones corporales. Escribiendo mi último libro, “Crecer en la adversidad. Transformando nuestra vida”, me di cuenta de lo mucho que nos cuesta observar el funcionamiento del cuerpo. Por eso en él incluí algunos ejercicios para guiarte a través de tu respiración, del latido de tu corazón y también por la sensaciones de tu estómago y abdomen al hacer la digestión. Éstas son maneras sencillas de conocerte mejor y conectarte a tu cuerpo para trascenderlo.
- Respirando: La respiración es esencial para vivir, y mucho más para vivir conscientemente. Es una función tan automática, que nos olvidamos de ella, hasta que volvemos a prestarle atención. Mis pacientes se sorprenden cuando hacemos algún ejercicio de respiración consciente. Hay quienes se dan cuenta de repente que estaban respirando mal, otros se hacen conscientes de que su mente se frena cuando solo observan la inspiración y la espiración. Pruébalo tú, cierra tus ojos y quédate unos minutos observando cómo respiras, acompañando al aire que entra y sale de tu cuerpo.
- Meditando: La meditación me ayuda mucho a conectar con mi cuerpo, especialmente con mi respiración, pero también con mi abdomen, mi pecho y corazón. Son muchas las veces que comienzo meditando con la espalda un poco encorvada y voy rectificando mi postura al entrar más profundamente en mí, señal de lo conectada que estoy a mi cuerpo. La próxima vez que medites, observa tu cuerpo y sus señales.
Desde la calma y el silencio interno y externo, soy capaz de conectar con mi cuerpo y trascenderlo