El aburrimiento… la pandemia silenciosa del siglo XXI, el siglo con más información y entretenimiento de la historia de la humanidad. 

El aburrimiento es una emoción desagradable cuando sentimos que a nuestro alrededor, no hay estímulos que nos llamen la atención o nos motiven. Es una emoción provocada por lo que hay fuera de nosotros… o las ausencias que interpretamos que hay a nuestro alrededor. 

El ser humano es complejo… y subjetivo. No importa tanto lo que ocurre como la manera en que lo interpretamos y eso depende exclusivamente de nosotros… nuestras creencias, expectativas y experiencias previas que nos sirven como plantilla para predecir cómo serán las cosas ahora en base a lo vivido en el pasado. 

El aburrimiento se percibe como dolor mental, tanto que en algunos experimentos, los individuos preferían recibir una pequeña descarga eléctrica que sentarse en silencio a mirar una pared blanca. El aburrimiento nos confronta con el vacío y  la ociosidad y si no podemos mantener la calma ni enredarnos en nuestros pensamientos, surge el aburrimiento más doloroso. 

Tal vez el aburrimiento pueda ser una manera de evadirse de preocupaciones o una manera de reprimir emociones que son difíciles de gestionar para nosotros. El aburrimiento, nos desconecta de nosotros mismos, nos hace sentir incómodos en nuestra propia piel, llegando a sentirnos irritados porque nada encaja con lo que necesitamos… aunque no sabemos lo que necesitamos. 

En muchas ocasiones he tenido la sensación de aburrimiento. Tras una semana hiper-ocupada, llega el fin de semana y tengo menos que hacer. En ocasiones, ese parón repentino y tener tiempo a mi disposición, generan en mí el aburrimiento. A pesar de tener todo tipo de entretenimientos… una carta enorme de películas, cientos de libros por leer, nada es suficiente, nada me encaja. He de confesarte, que esa situación me frustra mucho, porque mire lo que mire, nada encaja con lo que necesito en ese momento… aunque no sé lo que necesito. En este caso, es probable que mi cansancio mental sea tan intenso, que me sienta más irritable y de ahí el aburrimiento. 

Se ha estudiado el aburrimiento en el laboratorio, en experimentos de neurociencia y de psicología. En estos estudios, se han identificado 5 tipos de aburrimiento…

• Aburrimiento indiferente: Es un tipo de aburrimiento en el que salimos de nosotros mismos para conectarnos con lo que nos rodea. Este tipo de aburrimiento no genera tanto malestar, puede ser una estrategia para relajarse. 

• Aburrimiento “de calibración”: Quienes experimentan este tipo de aburrimiento, están insatisfechos y tensos. Suelen tener su mente en otro lugar y no tratan de buscar otras actividades para salir de ese letargo emocional. 

• Aburrimiento de búsqueda: Suelen experimentar mucha inquietud y por eso se trata de huir de esa sensación cambiando de entorno o de actividad, haciendo cambios impulsivos en un mismo día y sintiendo que nada nos llena. 

• Aburrimiento reactivo: Se experimenta como gran insatisfacción que puede conducir a la agresividad. Puede ser que la persona experimente un exceso de actividad interna física y mental. 

• Aburrimiento apático: Quien siente este tipo de aburrimiento, se abandona totalmente, se deja ir a la deriva por este estado incómodo, sintiendo que no puede salir de esas sensaciones y emociones. Hay mucha resignación y desesperanza respecto a la emoción que se siente. Es el tipo de aburrimiento que se asocia a la depresión y a los adolescentes. 

Componentes del aburrimiento

El aburrimiento está formado por muchas piezas… 

• Entorno pobre en estimulación: En ocasiones, nos aburrimos porque estamos en entornos poco estimulantes o con escasos retos. Cada persona es diferente y tal vez un entorno es demasiado estimulante para algunas personas y muy pobre para otras. Si estamos obligados a mantenernos presentes en un entorno con poca estimulación (reuniones de trabajo, entornos para socializar, etc.), es relativamente fácil que caigamos en brazos del aburrimiento, llegando incluso a la somnolencia. 

• Tareas poco estimulantes: Si tenemos que afrontar una tarea monótona que no nos exige demasiado esfuerzo, es probable que nos visite nuestro amigo el aburrimiento. Cada cual debe conocerse bien y saber cuál es el estado ideal de reto… un exceso de él nos conduce al estrés, su déficit nos deja en manos del aburrimiento. 

• Baja motivación y apatía: En ocasiones, el aburrimiento llega porque estamos desmotivados y apáticos. Nos encontramos en un estado emocional donde nada llama nuestra atención ni nos llena. La apatía nos hace rechazar cualquier intento de conectar con emociones positivas o con actividades que nos generen sensaciones  agradables. 

• Estado de ánimo bajo: Algunos pacientes con depresión, presentan aburrimiento crónico. Se sabe que estas personas, cuando están aburridas, llevan su atención a los pensamientos negativos. Se cree que el aburrimiento prolongado, puede favorecer el desarrollo de la depresión. 

• Cansancio: En ocasiones, sentimos el cuerpo lento, cansado y pesado. Cuando esta fatiga además de física es mental, el aburrimiento puede llegar como una losa. Otras veces, nos sentimos cansados físicamente pero mentalmente hiperactivos y en esas ocasiones, el aburrimiento también nos puede acompañar aunque saltemos de una actividad a otra, en busca de aquella que nos desbloquee del aburrimiento. 

• Tiempo lento = Sufrimiento: Cuando estamos aburridos, sentimos que el tiempo se desliza lentamente. Y en psicología sabemos desde hace mucho tiempo, que cuando sentimos el tiempo lento, es señal de sufrimiento. Tal vez haya situaciones vitales que nos hacen sufrir y eso nos lleva al aburrimiento y desesperanza. Tal vez nos sintamos aburridos y eso nos conduce al sufrimiento. 

Comprender los matices de tu aburrimiento, es esencial para comprenderte mejor y entender lo que te ocurre. Siempre que sientas aburrimiento, te invito a hacerte estas preguntas… 

• ¿Hay algo que me preocupa?
• ¿Estoy cansado y/o estresado?
• ¿Necesito descansar o activarme un poco?
• ¿Hay algo que me haga sufrir?
• ¿Me siento triste o desesperanzado?

Estas preguntas son una pequeña guía que te ayudarán a convivir con el aburrimiento. 

La necesidad de aburrirnos

Tu cerebro necesita aburrirse. Así lo dice la ciencia. Se cree que cuando nos aburrimos y dejamos de estar tan activos mentalmente, nuestro cerebro descansa, se recarga y se oxigena mejor. 

Cuando no enfocamos nuestra atención en una actividad en concreto, se activa la llamada “red neuronal por defecto”, encargada de divagar y conectar ideas importantes, además de encargarse de tareas relacionadas con el procesamiento de la información, la memoria y la reflexión. 

Si eres capaz de observar esta “red neuronal por defecto” cuando está activa, tu cerebro se estará observando a sí mismo, trayendo a la consciencia aquello que circula por tu mente de manera silenciosa e inconsciente. 

El aburrimiento es, como cualquier emoción, algo natural para el ser humano. La clave está en no quedarnos atrapados en la comodidad y angustia del aburrimiento. 

* Contenido creado por un ser humano en su totalidad. No ha sido consultada ninguna Inteligencia Artificial (No IA). 

“El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia”

– Ricardo León –