El cerebro humano es un sistema sofisticado que nos permite vivir en el mundo y que hace simulaciones constantes de cómo puede ser la vida.
Nuestro cerebro funciona de manera química, a través de los neurotransmisores. El cerebro también tiene un funcionamiento eléctrico en forma de ondas que se puede medir a través de los electroencefalogramas, que hacen un mapeo del campo eléctrico producido por la actividad de las neuronas.
Las neuronas siempre están vibrando energéticamente, aunque no estén haciendo una actividad específica. Cuando un grupo de neuronas se activan o excitan, vibran en una frecuencia concreta, dando lugar a cinco lenguajes neuronales o cinco tipos de ondas cerebrales.
Algo importante a tener en cuenta, es que nuestras neuronas cerebrales responden muy rápido, se activan con gran rapidez, pero necesitan al menos 20 minutos para ir reduciendo poco a poco su actividad.
En este artículo, haremos un recorrido por las diferentes tipos de ondas y aprenderás a transformar la actividad de tu cerebro desde dentro. Iremos explorando las diferentes ondas cerebrales y sus funciones, de menor a mayor frecuencia energética.
Ondas delta – regresando a la infancia
Estas ondas tienen un ritmo oscilatorio de 0,5-4Hz, es decir, que las neuronas que vibran en ondas delta, disparan un impulso eléctrico un máximo de 4 veces por segundo.
Cuando estamos durmiendo, las neuronas de nuestro cerebro tienen actividad muy lenta. Estas neuronas se van desconectando poco a poco del exterior, ralentizando su actividad. Algunas características propias de estas ondas son…
- Es un estado semi-hipnótico marcado por una reducción de la consciencia.
- Es propio de estados de trance.
- Hasta los 2 años de edad, los niños viven con esta actividad cerebral.
- Ondas de baja frecuencia (vibran pocas veces por segundo), pero muy amplias (signo de relajación).
- Alcanzamos ondas delta en el sueño, en estados de profunda relajación y en meditadores expertos.
- Son las ondas presentes en las fases 3 y 4 del sueño NO REM.
- Facilitan la reparación del cuerpo y del cerebro durante el sueño.
- Neuroplasticidad, permite nuevas conexiones neuronales, fomentando el aprendizaje.
Cuando nuestro cerebro vibra en ondas delta, volvemos al estado semi-hipnótico en el que vivimos los primeros años de nuestra vida. En terapia, cuando trabajamos temas de infancia, los psicólogos podemos practicar técnicas de relajación profunda o incluso hipnosis. Es la manera de zambullirnos en el inconsciente.
Ondas Theta – momentos de transición
Estas ondas vibran en torno a los 4-6Hz, es decir, hacen de 4 a 6 disparos eléctricos por segundo. Estas ondas suponen una mayor activación neuronal, aunque aún es un estado de relajación. Se caracterizan por…
- Ser un estado semi-hipnótico de la consciencia, vivimos en él de los 2 a los 6 años.
- En adultos, se asocia a estados de relajación, meditación, sueño ligero y creatividad.
- Nos ayuda a entrar en estados de introspección y es una puerta al inconsciente.
- Presente especialmente en el hipocampo, la zona cerebral más implicada en la memoria.
- En estado de ondas theta, creamos nuevas memorias, actualizamos información y aprendemos.
- Son esenciales para conocer la posición de nuestro cuerpo y el lugar espacial que ocupamos.
- Estas ondas también ayudan a que el cerebro haga estimaciones de nuestras siguientes posiciones físicas.
- El exceso de ondas theta está presente en la depresión, ansiedad e impulsividad.
- Podemos reforzarlas… meditando siendo conscientes del lugar que ocupamos y del espacio alrededor.
En las ondas theta, se fusiona información de la memoria, uniendo el aprendizaje al movimiento y posicionales de nuestro cuerpo. Por eso cuando relatamos hechos emocionalmente importantes o impactantes, hacemos alusión al lugar donde nos encontrábamos. Por eso es habitual decir… “Estaba en la biblioteca cuando recibí una llamada importante”.
Ondas alfa – el enfoque relajado
Las ondas alfa, emiten electricidad en torno a 8-12Hz, enviando entre 8 y 12 impulsos eléctricos por segundo. Nos permite estar en un estado de vigilia, conscientes. Es el tipo de onda más frecuente en el cerebro.
- Vinculada a la atención, juega con el enfoque, desatendiendo lo no relevante.
- La atención es una lucha cerebral entre aquello que atendemos y aquello que desatendemos.
- Las ondas alfa se encargan de mantener oculta la estimulación que no es relevante para atender mejor.
- Mantener la atención = las ondas alfa se encargan de inhibir aquello que no está relacionado con la tarea.
- Estas ondas se extinguen cuando dormimos.
- Dan lugar al estado de “alerta-relajado”, tan común cuando meditamos.
- Podemos reforzarlas… cerrando los ojos, meditando, respirando de manera consciente o visualizando.
En nuestra vida, tan importante es estar ocupados como descansar para que el cerebro repose con calma. Dado que el cerebro no puede hacer un “apagón general” cuando queremos irnos a dormir, necesitamos hacer actividades de transición que nos ayuden a apagar lentamente la actividad neuronal. Por eso practicar la visualización o la respiración consciente antes de dormir, ayuda a nuestras neuronas a calmarse poco a poco.
Ondas beta – actividad y activación
La vibración de las ondas beta, es de 12-35Hz, es decir, emiten electricidad 12-35 veces por segundo. Es un estado de conciencia habitual cuando estamos concentrados haciendo alguna tarea cognitiva que requiere atención sostenida por períodos de tiempo más largos.
- Son propias de estados de mucha concentración y enfoque atencional.
- Presentes en la toma de decisiones, solución de problemas y la reflexión consciente.
- Beta baja (12-15 Hz) = Estados de concentración relajada. Cuerpo quieto pero mente enfocada.
- Beta media (15-18Hz) = Conciencia de uno mismo y del entorno. Estado de alerta pero enfocado.
- Beta alta (18-35Hz) = Estados de alerta, gran concentración, solución de problemas.
- Un exceso de ondas beta altas, nos puede conducir a la ansiedad, agitación e incapacidad de relajarnos.
- Asociada a la contracción muscular, estas ondas desaparecen antes y durante el movimiento físico.
- Podemos reforzarlas… hablar, ejercicio físico, meditación, afrontando desafíos.
Las ondas beta son esenciales en nuestro día a día, especialmente en tareas que requieren una gran concentración. Si sostenemos un nivel de activación demasiado alto durante mucho tiempo, nos puede pasar factura, teniendo dificultades para relajarnos, llegando incluso a la aparición de ansiedad. Por eso el auto-cuidado es tan importante.
Ondas gamma – ondas de meditadores budistas
Por último, las ondas que vibran con mayor frecuencia, lo hacen alrededor de 35-100Hz, enviando entre 35 y 100 disparos eléctricos por segundo. Estas ondas son las más rápidas del cerebro y producen un gran desgaste de energía física.
- Son ondas muy relacionadas con estados atencionales elevados.
- Gamma hasta 50Hz = procesos de percepción y memoria.
- Gamma hasta 100 Hz = Auto-observación, empatía, compasión, metacognición (auto-reflexión).
- Es una frecuencia neuronal que suele preceder a los ataques epilépticos en quienes tienen esta enfermedad.
- Implicado en la percepción del tiempo y en las estimaciones que hacemos de éste.
- Cuando vivimos en presencia consciente, las ondas gamma aumentan.
- Durante el aprendizaje, las neuronas del hipocampo emiten ondas gamma.
- Las ondas gamma están detrás de las dificultades para recordar hechos autobiográficos.
- Podemos reforzarlas… meditando, neurofeedback, estimulación sensorial, música binaural.
Las ondas Gamma, se observaron con mayor frecuencia en los monjes budistas que llevaban décadas dedicando su tiempo a meditar diariamente.
Espero que este artículo te haya resultado interesante y te ayude a conocerte mejor.
Para terminar, te dejo una imagen que te ayudará a comprender cómo se visualiza cada onda en un electroencefalograma dependiendo de sus frecuencias.

Si te interesa este tema y quieres aprender más, te sugiero leer el libro “Neurociencia del cuerpo” de Nazareth Castellanos.
* Contenido creado por un ser humano en su totalidad. No ha sido consultada ninguna Inteligencia Artificial (No IA).
“Las neuronas son células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental”
– Santiago Ramón y Cajal –


