La vida es un misterio que tal vez nunca desentrañaremos del todo. Hay tantas cosas que no comprendemos con nuestra razón, pero sentimos con nuestro corazón… tal vez de eso trate la vida… de que la mente y el corazón sean un equipo. 

La vida, como la abundancia, solo puede ser sentida. Es difícil explicarle a otra persona qué es la vida… hay quienes se enfocan en lo que les falta… hay quienes se enfocan en lo aprendido… y otros tantos, se centran en los misterios que aún no tienen explicación.

Con la abundancia ocurre algo parecido… explicar qué es la abundancia, me resulta complicado… porque debe ser sentido, experimentado. 

El diccionario define a la abundancia como…. “Prosperidad, riqueza o bienestar”. Y aunque la mente humana tiende a pensar en prosperidad y riqueza económica que dan lugar al bienestar, creo que la abundancia está más allá del dinero. 

Prosperidad… La prosperidad, para mí, no tiene que ver tanto con lo que poseo o tengo, como con sentir que tengo un futuro esperanzador. Puedo no haber alcanzado una meta aún para sentirme próspera… porque la prosperidad es una actitud vital, es saber que pase lo que pase, saldré adelante y de esta manera, llegue lo que llegue, estaré satisfecha, sentiré la abundancia en mi vida. Para sentirnos prósperos, debemos confiar en nosotros, tener fe en que haremos lo que haga falta para seguir caminando por nuestra vida… incluso en los momentos menos buenos. 

Riqueza…  Solemos pensar que la riqueza es tener dinero o posesiones. Para mí, la riqueza es poder ir a la naturaleza todas las semanas, es escuchar el canto de los pájaros y el relato de otra persona, riqueza es no necesitar nada más que lo que ya poseo. La riqueza es abundancia y no tiene que ver con la cantidad, sino con la calidad. La calidad de vida, la calidad del disfrute y alegría que experimentamos cada día. 

Bienestar… Todos queremos experimentar bienestar porque es una sensación de equilibrio, de que todo está en su sitio, de que podemos “vivir bien”. Porque no se trata de vivir de cualquier manera… se trata de vivir en equilibrio, acorde a lo que necesitamos y a aquello que podemos dar y aportar al mundo y a los demás. Creo que no puede existir verdadero bienestar si solo pensamos en nosotros, necesitamos compartir y ser generosos para ser abundantes en bienestar. 

Como puedes ver, para mí, la abundancia no tiene que ver con el dinero… aunque es cierto que el dinero nos puede dar seguridad y tranquilidad. Debemos ver el dinero como una herramienta… hay que aprender a usarla de la manera adecuada.  

La abundancia de lo sencillo

Creo que una de las grandes fuentes de infelicidad y sufrimiento en el mundo occidental, está en pensar que la abundancia es tener mucho de todo o poseer cosas caras que nos elevan sobre el resto. 

La abundancia se cobija en lo sencillo, porque la abundancia habla de expansión interna, de seguridad y confianza, de un mundo de probabilidades a nuestro alcance. Creo que la abundancia está formada por…

• Esfuerzo: Tenemos a nuestro alcance todo aquello que podamos soñar, pero solo hay una regla para lograrlo… debemos esforzarnos. El esfuerzo nos ayuda a poner en marcha las ruedas que mueven la abundancia. Vivimos en un universo abundante que responde a nuestras acciones. Solo con pensamientos y anhelos, la rueda de la abundancia no se moverá… necesitamos insuflarle energía y acción para que se mueva. De modo que si crees que no hay abundancia en tu vida, observa si te estás esforzando y estás dirigiendo tu energía a aquello que anhelas vivir. 

• Voluntad: La voluntad es una capacidad que todo ser humano posee. Consiste en la capacidad de ordenar y dirigir nuestras acciones. Para ello, es importante saber dónde necesitamos depositar más energía y dónde menos, dónde llevar nuestra atención y de dónde retirarla, dónde descansar y dónde esforzarnos. La voluntad tiene que ver con las decisiones que tomamos cada día, es el libre albedrío hecho acción. 

• Dedicación: La suma de la voluntad y el esfuerzo, dan lugar a la dedicación, ese tiempo que invertimos en una actividad o profesión. A lo que nos dedicamos, habla mucho de nosotros, especialmente cuando no tenemos la obligación de hacer nada concreto. ¿A qué te dedicas, en qué inviertes tu tiempo, atención y energía cuando tienes tiempo libre?… Revisa a lo que dedicas tu bien más preciado… el tiempo. 

Para mí, abundancia es que haya coherencia entre mi voluntad, mi esfuerzo y dedicación. Así podré construir una vida con sentido que me genere bienestar y que mantenga en movimiento la rueda de la abundancia. 

Vibrar en abundancia

Si confías en la abundancia incluso cuando no la sientes junto a ti, ésta llegará. Recuerda que la abundancia es una forma de ver la vida y de vivirla, no depende de tu cuenta bancaria, de tus estudios, de tu profesión ni de tus posesiones. 

La abundancia está en las pequeñas cosas de la vida que están a tu alcance… como respirar con calma, caminar conscientemente, reír a carcajadas, sonreír a aquellos con quienes coincides en el día… compartirte desde tu verdadero ser. 

Para mí, hay dos prácticas cotidianas para vivir en abundancia…

• La gratitud: Debemos dar gracias por lo que ya hay en nuestra vida, no hace falta haber alcanzado las metas que deseamos para agradecer. Hacer una pausa al día y buscar 3 cosas por las que dar las gracias, es un buen ejercicio para crear una mente abundante.  

• La generosidad: La abundancia es resonante y cuanto más compartimos con los demás, mayor es la abundancia. Ser generosos no significa darlo todo a otros y olvidarnos de nosotros… tiene que ver con compartir con los demás aquello que somos… comparte tu sonrisa, tu amabilidad y expande tu generosidad. 

Recuerda que la abundancia nace y crece en ti. Continúa conociéndote para ampliar tu abundancia.  

* Contenido creado por un ser humano en su totalidad. No ha sido consultada ninguna Inteligencia Artificial (No IA). 

“No es lo que tenemos sino lo que disfrutamos, lo que constituye nuestra abundancia”

– Epicuro –