El arte es una manera de expresarnos. Es nuestro modo de compartir con el mundo, sensaciones, emociones y experiencias. Creo que el arte es un medio de comunicación profundo que requiere de nosotros una escucha pausada, sin prisas. 

Siempre que voy a un museo, me gusta pararme frente a cada cuadro y escultura. Mis ojos viajan por las formas, los colores, la escena que se ha tratado de representar en toda su complejidad. Me gusta viajar de lo pequeño a lo grande y de vuelta a lo pequeño, cuando disfruto del arte. 

En el arte podemos englobar muchas disciplinas… 

• La pintura: Me encanta ir a museos y exposiciones para admirar pinturas de todas las épocas. Aunque he de decirte que mis pinturas favoritas pertenecen a los Pre-Rafaelistas. La llamada “Hermandad Prerafaelita”, fue un grupo de pintores ingleses que desarrollaron sus trabajos a mediados del siglo XIX. Mis pintores favoritos son John William Watherouse y John Everett Millais. También me encantan los impresionistas, pintores franceses que desarrollaron sus trabajos en el mismo siglo XIX. Las escenas tranquilas y algo melancólicas de Waterhouse, siempre me transportan a otra época y eso, de alguna manera, me llena de serenidad. 

• La escultura: Esta forma de arte, es traer a la tres dimensiones, algo que solo existía en la mente del artista. Cuando observo una escultura, me tomo tiempo en fijarme en los recovecos de cada forma, puedo sentir la suavidad de la piedra bajos mis dedos solo con admirar una pieza escultórica. Una de las obras que más me gustan, es “Psique reanimada por el beso del Amor”, de Antonio Canova. Adoro la delicadeza de Psique alzando sus brazos para tocar a Eros, la suavidad de Eros al aproximarse a una Psique moribunda que solo puede ser salvada por el beso de su amado. Como decía Miguel Ángel, “La escultura ya estaba dentro de la piedra.Yo, únicamente, he debido eliminar el mármol que le sobraba”. El escultor ve más allá de la piedra. 

• La fotografía: Este tipo de arte algo más moderno, se ha colado en nuestra vida y es tan natural, que no le damos importancia. A mi hermano siempre le ha gustado la fotografía y con el paso de los años, ha adquirido una manera única de mostrar su realidad a través de la fotografía. Y es que el artista hace eso… nos muestra la vida desde un lugar único, desde su propia perspectiva y cuando nos dejamos sorprender por esas otras realidades, nuestra vida se enriquece. 

• La música: Casi todo el arte se desarrolla en torno al sentido de la vista, pero llega la música e invade nuestros oídos. No podría vivir en un mundo donde no existiera la música, porque para mí, es zambullirme en universos desconocidos o relajantes, universos con mucho ritmo o melodías que encogen mi corazón. Me gusta escuchar música con los ojos cerrados, porque siento que puedo viajar por las notas que se emiten. Acudir a un concierto y sentir la vibración de las notas musicales en mis pies y en mi pecho, es de las mejores experiencias que puedo tener. 

• La danza: El cuerpo… el origen de todo. La delicadeza de los movimientos de los bailarines, siempre me sobrecoge. Para mí, fue una experiencia transformadora ir a ver el ballet “El lago de los cisnes”. La fuerza y vulnerabilidad que se puede transmitir a través de movimientos muy entrenados, es asombroso. La danza transmite emociones de manera muda, pero todo mi cuerpo y mente, se estremecen. 

• El cine: Estamos tan acostumbrados a ver películas y series, que nos olvidamos de que es un arte en sí mismo. Es cierto que hay mucho cine comercial que solo nace para entretenernos y hacernos olvidar nuestra vida y circunstancias. Pero hay mucho otro cine, el cine clásico, que son obras de arte en sí mismas. Mi película clásica favorita de todos los tiempos, ha sido “Rebecca”, película de 1.940, del gran director Alfred Hitchcock. El cine en blanco y negro tiene algo me conecta más con el suspense… esa capacidad casi mágica de que tu mente trate de desenredar un acertijo que solo se resolverá al final de la película. 

• La escritura: Y llegamos a la escritura, esta capacidad humana que nos permite aprender y soñar, imaginar y crear historias de la nada. La escritura siempre ha sido para mí, la manera de conectar más profundamente conmigo misma, realizando un profundo auto-conocimiento. Más adelante, la escritura me ha permitido conectar con otras personas, mostrar lo aprendido y lo soñado. Mi mente de escritora, a veces, crea frases completas tratando de expresar un sentimiento profundo, una reflexión trascendente. En esos casos, no me queda más remedio que escribir… porque aquellas palabras que se pierden en mí, desaparecen por siempre. 

Me gustan todas las expresiones artísticas porque todas ellas me hacen soñar y me conectan con mi sensibilidad, con mis emociones y con una mirada trascendente de la vida y el mundo. 

Arte y emociones

El arte es un reflejo de las emociones del artista, de sus experiencias, de su subconsciente… esa parte invisible de nuestra existencia, que lo dirige todo.  

El arte, en todas sus formas, es una magnífica herramienta terapéutica cuando lo usamos en el entorno de la terapia psicológica. Porque al poder dar forma a lo que sentimos, lo transformamos. Nuestra toma de consciencia de procesos internos, es siempre un medio para fomentar nuestra salud mental. 

Tal vez al escribir o al dibujar, no sepamos lo que estamos expresando. Gran parte de lo que proyectamos en el arte, es inconsciente. Expresamos emociones atascadas, experiencias silenciadas, vulnerabilidades ocultadas y miedos insondables a los que tememos dar voz. 

Para mí, un recurso fundamental en la terapia, es la expresión a través de la escritura o del dibujo. Porque a través de ellas,  podemos procesar lo que duele, lo que nos angustia y también podemos conectar con nuestra esperanza y sueños. 

Y cuando vemos, escuchamos o leemos una obra de arte, cada cual la interpreta desde quién es. Por eso una misma obra, puede provocar reacciones emocionales diferentes en distintas personas. Cada ser humano es único y el arte deja al descubierto esta faceta de la humanidad. Porque yo interpreto la cosas desde mi mirada, mis experiencias y desde el ser único que soy. 

El Síndrome de Stendhal

Mucho antes de conocer qué era la Alta Sensibilidad, en la facultad me hablaron del “Síndrome de Stendhal”, que no es más que una reacción emocional intensa cuando un ser humano se expone a obras de arte muy bellas. 

Su nombre se le debe al escritor Stendhal, que en su visita a la ciudad italiana de Florencia, experimentó unas emociones y reacciones físicas muy intensas… taquicardia, cierta sensación de mareo, llanto, hiperventilación, felicidad, sensaciones de expansión y asombro, experimentando una felicidad extrema. 

La ciudad de Florencia, bella donde las haya, es un lugar en el que este síndrome se suele desarrollar. De hecho, en un hospital de esta ciudad, tienen una unidad especializada en este síndrome. 

Las Personas Altamente Sensibles, podemos tener esta sensación de manera habitual cuando nos exponemos al arte, la música, la escritura o nos zambullimos en la naturaleza. Es un sensación tan intensa, que nos deja agotados, pero que nos hace vivir la vida desde una perspectiva única. 

Conecta con el arte y déjate llevar por las emociones que suscita en ti. 

* Contenido creado por un ser humano en su totalidad. No ha sido consultada ninguna Inteligencia Artificial (No IA). 

“La pintura es poesía muda, la poesía pintura ciega”

– Leonardo Da Vinci –