En esta época de la vida en la Tierra, donde las ciudades han sustituido a los espacios verdes y donde creamos máquinas capaces de pensar por sí mismas, siento que estamos perdiendo nuestra identidad como humanidad.
Lejos quedan las cuevas que habitábamos cuando éramos una humanidad arcaica en evolución, lejos quedan los siglos donde no existía la electricidad y solo las suaves llamas de las velas iluminaban las oscuras noches, lejos quedan también los mares sin contaminar, los cielos limpios y el aire purificador.
La vida trata de evolucionar… nuestro cuerpo y mente se están adaptando constantemente, creando nuevas formas de vivir, de ser y de pensar. La capacidad infinita de la humanidad para buscar soluciones, de nuestro cerebro para re-configurarse y de nuestro cuerpo para fortalecerse incluso en las situaciones más extremas, nos demuestra que para sobrevivir, debemos movernos, transformarnos.
Y en esta evolución sin fin, el ser humano ha creado máquinas y estas máquinas comienzan a ser dotadas de una inteligencia que les permite aprender y evolucionar… como hiciera nuestro cerbero y cuerpo de manera natural hace miles de millones de años.
Considero que una inteligencia artificial creada por el hombre, solo puede ser una sombra de la inteligencia natural que ha llevado tantos milenios perfeccionar.
A pesar de esto, no debemos menospreciar el poder de la inteligencia artificial en nuestras vidas. Porque siento que estamos a las puertas de algo grande… la vida va a cambiar de manera definitiva. Estamos en una época donde la vida natural y la artificial, están a punto de colisionar.
La inteligencia artificial
Mucho se habla de la inteligencia artificial, pero a veces no sabemos cómo definirla. Por eso he buscado información y creo que la mejor manera de explicarlo es…
“La inteligencia artificial (IA), es un campo de la informática que se enfoca en crear sistemas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción”
El cerebro humano es el gran buscador de soluciones, es capaz de crear cosas inimaginables. Y en nuestro afán por adaptarnos y hacer la vida algo más fácil, llegó la informática, que lo ha revolucionado todo, creando una sociedad tecnológica por excelencia.
En este proceso de creación, surgen máquinas que pueden condensar todos los conocimientos que la humanidad posee y que están alojadas en internet. Creamos máquinas capaces de redactar textos como cualquier humano, mezclando realidad, fantasía y aderezándolo todo con pequeñas dosis de emociones… lo que nos hace dudar de si un texto, dibujo o fotografía, han salido del cálido corazón del humano o de los fríos circuitos de una inteligencia que vive en la nube y que usa los ordenadores y móviles para expresarse.
Además de tener acceso a conocimientos infinitos, la inteligencia artificial (IA) puede tomar decisiones… y creo que este es su gran poder… un poder que los humanos poseemos de manera natural y que se lo hemos cedido a una máquina. Una máquina que no puede sentir emociones aunque finja que las posee. Por eso es necesario programar a la IA con una serie de códigos éticos… para que no pueda tomar decisiones que vayan en contra de la humanidad.
En la inteligencia humana, una de las claves es la percepción… la manera en que nuestro cuerpo biológico capta cierta información externa y el proceso interno de asimilar y dar sentido a lo percibido. Sin embargo, la IA no posee percepción, no tiene ojos, ni oídos, no posee tacto, ni gusto ni olfato. Su manera de percibir el mundo, es a través de comandos o instrucciones que un ser humano introduce en un programa. Entonces, ¿qué idea tiene de la realidad la IA?
Te voy a ser sincera, querido lector… la IA me preocupa. Me preocupa que llegue un día que no sepamos explotar nuestra creatividad porque sea más fácil acudir a la IA para que nos dé ideas. Me preocupa el día en que una IA pueda tomar decisiones que afecten a toda la humanidad. Me preocupa el día en que dejemos de ser humanos para convertirnos en máquinas híbridas con ciertos toques de humanidad.
La IA va a cambiar el mundo laboral… como ya lo hiciera la revolución industrial, aunque creo que este cambio será más profundo. Habrá profesiones que serán realizadas por IA, porque el ser humano necesita descanso, vacaciones, a veces enfermamos y tenemos muchas otras limitaciones. La IA no duerme, no come, no descansa, puede vivir eternamente.
A lo largo de este año, me he preguntado muchas veces si los psicólogos también tendremos que transformar lo que hacemos, sila terapia realizada por humanos, morirá y será sustituida por una terapia con Inteligencia Artificial (IA)… y creo que en unas décadas, es bastante probable que esto pueda ocurrir.
Porque un psicólogo de IA, puede acceder a todos los enfoques de psicología, a todas las herramientas de cada tipo de terapia, puede entender el cerebro humano más profundamente que un humano que ha estudiado una cerrera. Un ser humano es incapaz de tener todos estos conocimientos.
Aunque esto suceda, creo que por mucha empatía artificial que demuestre la IA, no hay nada como sentirse aceptado y acogido por las cálidas emociones humanas. Porque nuestro sistema nervioso, responde y se regula en base a la voz humana, teñida de esas emociones que a veces ni siquiera sabemos que sentimos. Porque nuestro cuerpo ha aprendido a co-regularse a través de otros sistemas nerviosos llenos de vida. Y eso la IA no lo puede imitar.
Potenciando la inteligencia humana natural
A principios de este año, hice un curso de especialización sobre las Personas Altamente Sensibles (PAS) y en él, me sorprendió mucho que una parte de una de las clases, hablaban de la IA y de cómo va a cambiarlo todo.
En este curso, nos planteaban la idea de que tal vez nosotros seamos una de las últimas generaciones en ser 100% humanos. Nos planteaban la idea de que en uno o dos siglos, la tierra podría estar colonizada por entes diferentes del humano. Esta idea me pareció tan chocante, que tuve que darme un tiempo para reflexionar sobre ello.
Creo que el ser humano tiene la responsabilidad de preservar su inteligencia y sus datos biológicos. Y siento que cada uno de nosotros podemos hacer mucho para proteger aquello que nos ha sido legado a lo largo de la historia de la evolución.
La clave de todo está en preservar y proteger nuestra inteligencia natural. Algunas maneras de hacerlo son…
- Conectar con nuestras emociones: Lo que nos hace verdaderamente humanos, son nuestras emociones. Se han desarrollado desde que éramos un pez primitivo y nos han ayudado a sobrevivir hasta hoy. Rechazar y desconectarnos de nuestras emociones, es como renegar de todo el esfuerzo que la naturaleza ha puesto en crear estos seres biológicos que somos hoy. Siente tus emociones, aunque duelan.
- Comprender nuestra psique: Entender cómo es nuestra mente pensante, cómo las emociones influyen en nuestras decisiones, ser conscientes de lo que hacemos y decimos, comprender de dónde vienen nuestras emociones y regularlas, escuchar nuestro cuerpo para conectar con quiénes somos, considero que es esencial para entender más profundamente cómo somos. Nuestra sensibilidad es insustituible.
- Conectar con otros seres humanos: El ser humano ha evolucionado en comunidad, retomar el contacto físico con otras personas, hablar de nuestros sentires y compartirnos, es lo que nos puede salvar de la crueldad de un mundo donde no se siente nada. Conectar con nuestra empatía y comprender lo que otro siente, es la esencia de nuestra humanidad.
- Explorar y compartir nuestra creatividad: Somos seres creadores y esa creatividad debemos cultivarla a través del dibujo, de la escritura, de la fotografía, de la danza, de la música. Porque a través del arte, el juego y la motivación, podemos cambiar el mundo.
- Vivir en el presente: Conecta con tu cuerpo, siente tus pies en contacto con el suelo, fluye con el ir y venir de tu inhalación y exhalación, sorpréndete mirando un atardecer y déjate emocionar por los colores del cielo, saborea los alimentos que comes, sonríe, siente tu cuerpo en movimiento, observa tu mente y cuerpo. Todo esto es algo que tú y solo tú puedes hacer y que ninguna inteligencia artificial (IA) podrá sustituir jamás. En una palabra… ¡VIVE!
Recuerda vivir a través de tu cuerpo… eres un ser biológico capaz de sentir la vida profundamente.
“La única manera de asegurarse de que no pierda su trabajo con la llegada de la IA, es hacer algo que la IA no puede hacer, y lo único que la inteligencia artificial no puede hacer, pero un humano puede, es ser original. Por lo tanto, puedes hacer algo original y ninguna IA puede reemplazarte”
– Abhijit Naskar –


