La Renuncia

Construimos nuestra vida en base a decisiones.

Algunas de estas decisiones son conscientes y otras las tomamos porque la vida (de alguna manera), nos obliga a movilizarnos.

Pero siempre podemos elegir qué hacemos, qué decimos, qué compartimos de nosotros mismos. 

Lo que parece claro, es que tomar decisiones, requiere aceptar que estamos renunciando a cosas.

Tal vez renunciemos a cosas que conocemos, tal vez solo a las posibilidades que guarda nuestro universo. 

Me imagino la vida como un camino con muchos otros caminos que salen de éste principal… si elijo el sendero de la derecha, me estaré perdiendo cosas de los otros caminos… es natural. 

A veces sentimos la necesidad de cumplir nuestros sueños. En estos casos, la renuncia parece obvia, aunque lo hacemos con alegría, pues nuestra energía está enfocada en un objetivo más grande, en un propósito que trasciende nuestra mera existencia. 

Renunciar nos da miedo, luchamos en contra de ella. Renunciar supone perder cosas… aunque ganemos otras. A veces sentimos que esas pérdidas son demasiado grandes. Es en esos casos donde la indecisión llega a nosotros, como una niebla que nos impide ver los múltiples caminos posibles para nosotros. 

Siento que la renuncia queda muy bien reflejada en la fotografía que acompaña a este post… 

Miramos al futuro con esperanza y temor, hasta que llega un momento en que debemos soltar ese globo que nos mantiene estáticos en una vida que tal vez ya no nos llena del todo. 

Y aunque somos conscientes de la necesidad de soltar lo que fue para salir al encuentro de quiénes somos ahora… la tristeza nos embarga por cerrar una etapa de nuestra vida, porque ya no seremos quienes hemos sido… y esa sensación puede convertirse en una profunda angustia por sentirnos perdidos, incluso por no saber quiénes somos. 

Cuando pienso en las cosas a las que he tenido que renunciar en mi vida por alcanzar mis sueños, incluso por cuidar y acompañar a mis seres queridos, solo me embarga la alegría y el orgullo, por haber tenido el valor de soltar las miles de posibilidades de mi vida, para hacer real solo una o dos. 

Sin lo que he renunciado a lo largo de mi vida, no sería quien soy, no estaría aquí y ahora, escribiendo estas palabras para ti. Y siento que la vida que ahora vivo, es la mejor versión posible. Y lo sé porque siento una gran paz interior, una satisfacción por la vida profunda, que es el combustible que me anima a seguir adelante… renunciando, decidiendo, siendo quien soy.  

“Cada elección tiene su anverso, es decir, una renuncia, por lo que no hay diferencia entre el acto de elegir y el acto de renunciar”

– Italo Calvino –

Soltando y aceptando

Vivir es sinónimo de decidir y por tanto, de soltar y aceptar. 

Cuando el miedo es muy intenso, la tentación de quedarnos quietos es muy alta. Pero si dejas de moverte por miedo, terminarás paralizado. Por eso es necesario que decidas, que sueltes y que aceptes las decisiones que has tomado. 

Soltar nos da miedo… nos da miedo terminar una relación de pareja, nos da miedo separarnos de nuestros seres queridos, nos da miedo la muerte porque es el ejemplo definitivo de soltar… porque soltamos la vida. 

Sentimos que soltar nos llevará al vacío, al borde del precipicio… y en parte así es… soltar nos confronta con lo desconocido. Pero si confías en ti mismo, podrás afrontar lo desconocido con seguridad. 

Soltar duele… porque el hecho de soltar, nos habla de aquello que agarramos con fuerza. Como cuando tomamos una bolsa que pesa mucho… lo natural es soltarla, pero en nuestra vida, aunque estemos agotados, nos empeñamos en sostener esa carga y ese dolor con nosotros. 

Y cuando soltamos esa carga (de manera natural o forzados por la vida), nos damos cuenta de la profunda liberación que sentimos… porque si tengo que amarrarme a algo o a alguien para sentirme seguro, entonces no seré yo quien decida, sino esa otra persona o situación. 

Soltar no es la peor opción… es la opción más saludable, porque cuando suelto algo que ya no puede ser, me doy la oportunidad de crecer, evolucionar y convertirme en quien potencialmente puedo llegar a ser.

Ser quien eres en tu esencia, requiere valor, renuncia y mucha confianza en ti mismo. Porque en tu interior hay tanta luz, que es su fuerza la que temes… pero cuando esta luz y energía salen y la compartes con otros, todo toma sentido. Así es como la renuncia nos ayuda. 

Cuando soltamos algo, estamos aceptando. Aceptamos que ya llegó el tiempo de permitirnos cambiar, llegó el tiempo de aceptar lo que se ha acabado y lo que está por comenzar. 

La aceptación es maravillosa porque es neutral, deja a un lado juicios y críticas, para mostrarnos las cosas por lo que son. Aceptar es simplemente ver las cosas como suceden, sin añadirle nada, sin quitarle nada. 

El desapego

La renuncia tiene que ver con el desapego. 

Los seres humanos estamos biológicamente construidos para apegarnos. El apego con nuestra madre es esencial cuando nacemos, el apego a nuestros padres o cuidadores es lo que nos hace desarrollar nuestro mundo emocional. El apego es natural. 

Pero cuando ese apego es ansioso, comenzamos a sentir que sin esa figura de amor y apoyo, no podremos sobrevivir. Y cuando eso ocurre, nos condenamos a nosotros mismos a una vida que no es completa, porque dejamos de ser quienes somos o quienes podemos ser, por ansiedad, por miedo. 

Nos apegamos a las personas… Cuando sentimos la soledad como una pesada carga, nos atamos a otras personas para tapar ese hondo silencio que nace de nuestro interior. Pero, tarde o temprano, la soledad nos encuentra. Porque venimos solos a la vida y nos iremos en soledad, aunque tal vez rodeados de personas… es un viaje solitario, que solo cada uno de nosotros podemos hacer. 

No se trata de no amar, no se trata de no tener pareja, ni de alejarnos de nuestros seres queridos. Se trata de relacionarnos con ellos desde la libertad… donde yo pueda ser yo y tú puedas ser tú. Donde cada cual tenga su espacio, su intimidad… donde puedas sentirte libre incluso estando acompañado. 

Nos apegamos al resultado de lo que hacemos… Este apego es muy habitual. Anhelamos que las cosas salgan de cierta manera, esperamos cierto resultado de nuestro trabajo, de la vida o incluso esperamos que los demás se comporten de cierta manera. Este tipo de apego es muy destructivo porque nos confrontará una y otra vez, con la insatisfacción. 

Es la insatisfacción lo que nos produce sufrimiento, es el apego una de las tres causas del sufrimiento para el budismo (junto con el deseo y la ignorancia de quiénes somos). 

Liberarnos del apego es un proceso en el cual dejamos de esperar que el resultado de las cosas sea de cierta manera, para abrirnos ante lo que nos traiga la vida, sabiendo que lo que llega a nosotros, tiene el propósito de enseñarnos y hacernos mejores que ayer. 

La renuncia no trata de no tener deseos ni metas, tiene que ver con ser conscientes de que cada anhelo y objetivo, conlleva algún grado de renuncia. Aceptar que mis decisiones conllevan soltar otras cosas, perderme experiencias, es una de las señales esenciales de que vivimos como adultos. 

“Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta”

– Jorge Bucay –

Más artículos

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la guía

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la meditación

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la guía

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Ya casi está...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la guía:

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la guía:

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la meditación

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.

Solo queda un paso...

Rellena estos datos para que pueda enviarte la guía

Elena Alameda Jackson como responsable del tratamiento y legitimado por tu consentimiento tratará tus datos con la finalidad de gestionar el envío de información y prospección comercial y envío de boletines informativos. Tus datos estarán alojados en mi plataforma de email marketing Active Campaign, que se encuentra en EE.UU y adherida al acuerdo Privacy Shield. Tienes derecho a acceder, rectificar, oponerte y suprimir tus datos, así como otros derechos, en info@cuidado-psicologico.es o ante la autoridad de control. Tienes información adicional en la política de privacidad.