En el artículo anterior, te hablé del ego, de ese personaje que hemos ido creando a lo largo de nuestra vida y que en ocasiones toma el control de nuestra mente, convirtiéndose en un tirano que nos trata con desprecio.
Ya has aprendido a identificar la voz de tu ego y a convivir con él sin que decida todo lo que ocurre en tu vida.
Hoy quiero hablarte de una parte de ti más profunda que el ego suele acallar pero que vamos a magnificar… porque tu bienestar depende en gran medida de tu intuición.
Qué es la intuición
Carl Jung la describía como: “Función psíquica que percibe las posibilidades inherentes al momento presente”.
La intuición es una certeza incuestionable a la que accedemos en el presente, es saber algo de manera rotunda aunque no comprendamos por qué lo sabemos a nivel racional.
Y la intuición, es esa voz sabia que hemos ido acumulando en nuestra vida y que también nos han legado nuestros ancestros.
Para Dean Koontz, la intuición es “ver con el alma”, y es que cuando se activa nuestra intuición, accedemos a información que no siempre está disponible para nuestra mente.
Esta voz, cuando la escuchamos, nos guía, nos ayuda a tomar decisiones y nos permite construir nuestra vida desde la calma y serenidad.
La intuición es una sabiduría ancestral a la que podemos acceder cuando estamos en calma, cuando nuestra mente racional o ego, se han disuelto (al menos temporalmente). Es un atajo hacia un conocimiento más profundo de las cosas.
La intuición se expresa en tu cuerpo, por eso es importante saber escuchar sus señales e interpretarlas de la manera adecuada. Y esto lo logramos desde la calma y paz.
La voz de la intuición
Para poder identificar y conectar con tu intuición, debes saber cómo se expresa…
- Habla desde tus emociones: Es una sensación más que un pensamiento, es inmediato sin terciar el pensamiento.
- Es una guía que nos susurra que todo saldrá bien, te hace sentir seguro y tranquilo. Es una voz llena de sabiduría.
- Se experimenta como equilibrio, conexión, amor, confianza, seguridad. Te indica que todo saldrá bien.
- Se siente como agradable y expansivo, como si no hubiera límites y pudieras lograr todo lo que te propusieras.
- Te indica el camino que has de seguir, las decisiones que has de tomar. Su voz te llena de confianza y seguridad para alcanzar aquello que te propongas.
Debes saber que cuando el ego está presente, la intuición no tiene espacio para existir. Y cuando la intuición está presente, el ego se disuelve. Ambas no pueden co-existir. Para poder diferenciar ambas voces, te dejo la siguiente tabla resumen…

El corazón y el tercer ojo
La intuición tiene dos sedes… una más física y otra más espiritual.
El Corazón: El corazón cumple funciones esenciales en nuestra vida emocional. Las neuronas que lo componen, se comunican con nuestro cerebro y nos ayudan a tomar decisiones.
Pero el corazón, además de materia es energía. Y en su constante latir, va creando un campo de energía electromagnética a nuestro alrededor, que nos permite comunicarnos con nuestro entorno y con la propia Tierra, en silencio.
Múltiples investigaciones, han demostrado que respondemos antes a nivel emocional con nuestro corazón (se observa en su latido y frecuencia) que con nuestro cerebro. Por eso se dice que es la sede de nuestra intuición.
Si deseas conectar más profundamente con tu intuición, pon una mano sobre tu corazón, siente su latido y sabiduría. Puedes incluso hacer una pregunta y esperar a que la respuesta llegue a ti. De esta manera podrás acceder a tu sabiduría ancestral.
El tercer ojo: La intuición también se relaciona con nuestra esfera espiritual. A nivel energético, podemos hablar de otra sede más de la intuición… Ajna chakra o el “tercer ojo”.
En las culturas orientales, nos indican que además de una mente y un cuerpo físico, poseemos un cuerpo energético. Este cuerpo sutil o energético, está formado por 7 centros energéticos que se distribuyen a lo largo de nuestra columna vertebral, desde la base de la columna hasta la coronilla.
El tercer ojo o Ajna chakra, se sitúa en el espacio que hay entre nuestras cejas. Físicamente es la glándula pineal y está implicado en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso y endocrino.
Este centro de energía psico-espiritual, se asocia a la intuición, nos conecta con nuestras facultades superiores y con nuestra conciencia más elevada. Representa la unión de la existencia física y de la espiritual, la emoción y la intuición, mente y cuerpo.
El tercer ojo es capaz de ver más allá del mundo físico en que estamos inmersos, posee una visión adicional que le permite comprender las cosas más profundamente, es la sede de la visualización.
Cuando este chakra está equilibrado, experimentamos desapego material, desaparece el temor a la muerte, se trasciende el mundo material y surge nuestro poder psíquico más elevado.
Comprender que tenemos un cuerpo energético además del físico y que se ha ido programando desde que estábamos en el útero materno, nos ayuda a comprender mucho mejor quiénes somos y lo que sentimos.
Si quieres saber más de tu cuerpo sutil o energético, te invito a que leas un artículo que escribí hace un tiempo sobre este tema. Puedes leerlo haciendo click aquí
Tu intuición es el antídoto perfecto para el exceso de ego que solemos tener en el siglo XXI.
Mantente en calma y conecta con tu intuición