La depresión… el gran enemigo, nuestro gran temor emocional.

Usamos la palabra depresión de manera cotidiana, sin saber exactamente qué es y sin conocer los mensajes tan importantes que trae consigo.

Hoy quiero que exploremos juntos la depresión, porque es un puzzle con muchas piezas.

Comprender la depresión

La depresión es un trastorno psicológico que va en aumento en este siglo. La pandemia ha traído consigo muchos cambios a los que adaptarnos y si bien en una primera fase hemos sentido ansiedad y estrés, esta segunda etapa que estamos viviendo, donde los contagios son cada vez menores, estamos asistiendo a la llegada de una oleada de depresión. 

¿La depresión se produce solo por una causa?

En realidad creo que nada de lo que nos ocurre a nivel emocional, se debe a una sola causa. En el caso de la depresión, son muchas cosas las que dejan de ir bien y se instala en nosotros un estado anímico lleno de tristeza, desmotivación, falta de autoestima y tantas otras emociones. 

También quiero normalizar la depresión porque le puede ocurrir a cualquiera. Y aunque las mujeres somos más proclives, los hombres también se deprimen y lo viven como algo impropio, como si no debieran sentir esas cosas. 

La pandemia ha sido un elemento más que ha actuado como catalizador de todo lo que iba mal desde hacía tiempo. Por eso la depresión no es solo tristeza, la depresión es más profunda.

Las piezas del puzzle

En ocasiones usamos la palabra “depresión” como sinónimo de tristeza, pero la depresión es mucho más que una sola emoción. Las piezas de este puzzle son:

Tristeza: Esta emoción llega a nosotros para que vivamos más lentamente, nos invita a observar, trabajar y procesar cosas que hay dentro de nosotros y que nos producen malestar. La tristeza nos ayuda a cuidarnos más, a dedicarnos tiempo y a llorar para desanudar los nudos que la emoción crea en nuestro cuerpo. 

La tristeza tiene una doble función, por un lado te invita a aislarte y pasar tiempo en soledad y por otro, promueve que otras personas acudan a ti para saber qué te ocurre y para consolarte. Recuerda que la humanidad procedemos de tribus y los componentes de la tribu, se apoyan mutuamente. 

Nostalgia: Este estado anímico lo sentimos como una contradicción, porque añoramos el pasado, lo vivido y al mismo tiempo nos hacemos conscientes de que eso que añoramos ya no volverá, lo que nos hace sentir aún más tristes. 

En la depresión, la nostalgia puede venir por una ruptura sentimental, un duelo o ser consciente de que el pasado ya nunca volverá. Y esa incoherencia entre lo que deseamos y la realidad, es lo que nos provoca nostalgia. 

Culpa: Esta emoción consiste en juzgarnos a nosotros mismos. Podemos juzgarnos por haber hecho o dicho  algo que no nos representa, pero también por no haber hecho o dicho algo que sentimos que podríamos haber realizado. La función de la culpa es que no te arrepientas, aunque la culpa suele hacernos sufrir mucho. 

Superamos la culpa cuando nuestras creencias son coherentes con lo que hacemos y decimos, es decir, cuando somos genuinos. La culpa vive en el pasado, solo surge al arrepentirnos de cosas que hicimos en nuestra vida e hipoteca nuestro futuro a una realidad llena de culpa 

Vergüenza: Esta emoción presente en la depresión, aparece cuando sentimos que hemos mostrado nuestra vulnerabilidad a otras personas. También es habitual que aparezca cuando nos sentimos incomprendidos. Por lo general, la vergüenza nos impulsa a aislarnos y a protegernos para que no nos hagan daño. 

Inutilidad: Los sentimientos de inutilidad son muy habituales en la depresión. Quien padece este trastorno del estado de ánimo, siente que es un inútil, que nunca puede hacer nada bien porque al final siempre comete errores. Este sentimiento lleva a una menor motivación, baja autoestima y muy escasa confianza en uno mismo. 

Anhedonía: Con este nombre, me refiero a la incapacidad de disfrutar con actividades anteriormente placenteras. Este síntoma es muy habitual en la depresión, aunque también puede aparecer en etapas donde estamos desmotivados, agotados y cuando sentimos que la vida ha perdido el sentido. 

Soledad y aislamiento: La tristeza nos empuja a aislarnos para sanarnos. La necesidad de soledad es buena porque te ayuda a entrar más profundamente en ti mismo, el problema surge cuando decides quedarte aislado por largos períodos de tiempo, de modo que no solo te aíslas físicamente de los demás, sino también emocionalmente. 

Fatiga y agotamiento: La depresión cursa con todas las emociones que te he comentado más arriba, pero también tiene un impacto en los niveles de energía. Quien tiene depresión, siente una gran fatiga física que es la que lleva a ese deseo de no salir de la cama, no porque no quieran, sino porque su cuerpo y mente están exhaustos. Y es un cansancio tan profundo que en ocasiones se vive como un dolor físico. 

Tríada cognitiva: En psicología, sabemos que las personas con depresión presentan una curiosa tríada: Visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro. La consecuencia natural de esta triple visión negativa, es que ahondamos la tristeza y melancolía, por lo que esos sentimientos se prolongan en el tiempo. 

Cambios en el apetito y el sueño: La depresión trae cambios importantes en el apetito y el sueño. Cada persona es única y lo puede vivir de una manera. Hay quien siente menor apetito y más ganas de dormir, el cuerpo de estas personas, se introducen en una etapa de hibernación porque tienen poca energía y necesitan descansar. Otras personas experimentan lo contrario, insomnio y un aumento en el apetito. La depresión es única en cada persona. 

Rumiaciones: Con este nombre nos referimos los psicólogos a los pensamientos negativos que giran una y otra vez en nuestra cabeza, enredándonos en ellos. Quienes padecen depresión, pasan muchas horas al día perdidos en esos pensamientos negativos que afianzan su tristeza, melancolía y su visión negativa de la vida y de ellos mismos. 

Ideación suicida: Una persona que experimenta todos los signos anteriores, sin duda está sufriendo. Y lo peor de todo es que cuando estás en el fondo de ese pozo, sientes que la oscuridad es tan densa que nunca podrás salir de ella. Y todo esto es lo que te lleva a sentir que la solución para dejar de sufrir, es suicidarte, porque la muerte hace que todo acabe. La ideación suicida es algo habitual cuando sufrimos, no solo cuando tenemos depresión. Si tienes este tipo de ideas, contacta con un profesional para que te ayude. 

Y para que no se te olvide nada, te dejo la siguiente imagen…

Los mensajes de la depresión

Como has podido comprobar, la depresión es mucho más que solo estar triste. Cada persona vive la depresión de una manera, por eso es esencial acudir a un psicólogo que te ayude a averiguar cómo es tu depresión y te ayude a ver la vida desde otra perspectiva.

Creo que los mensajes de la depresión son… CUÍDATE, QUIÉRETE.

Puede que ahora veas todo oscuro, pero esto puede cambiar. La depresión no tiene por qué acompañarte toda la vida, requiere esfuerzo diario cambiar tu mente, pero puedes hacerlo. Eres más fuerte de lo que crees. 

Y si sientes que estás atrapado en ese pozo oscuro y que no puedes salir, yo estoy aquí para ayudarte. Me bajaré contigo al pozo y escalaremos juntos sus paredes. Puedes escribirme y contarme lo que ocurre, haciendo click en el siguiente botón

Recuerda… todo cambia… la depresión también